En esta ocasión estoy presentando una carta que mi amigo Getsemaní Fernández Rangel me escribió en respuesta a mi análisis de su artículo titulado "Y sobre esta piedra". La publico por éste medio porque no tengo cuenta en ninguna red social. No cuento con tiempo para tener y postear en una. Tengo este blog a duras penas y publico siempre que puedo. De otro modo éste sitio ya contaría con cientos de temas pero voy poco a poco.
Las respuestas que escribo a su carta no tienen el propósito de polemizar ni comenzar un debate. Estoy seguro de que la intención de Getsemaní tampoco es esa. Este es un ejemplo de como dos personas que difieren entre sí deben dialogar y presentar sus argumentos. Lo que hago con el amigo es comunicarme por el único medio que puedo. No le revelo mi correo electrónico porque puede caer en manos equivocadas y no estoy para eso.
Si no han leído mi respuesta a "Y sobre esta piedra", hágalo AQUÍ para que puedan tener un panorama completo de lo que leerán a continuación.
Sin más, la carta de mi amigo con sus respuestas puntuales.
Señor Eliezer
(nombre que aparece en el blog “Oye Testigo de Jehová”).
Estimado en Cristo:
Antes que nada quisiera enviarte un
afectuoso saludo y un abrazo en el amor de Cristo, el Señor.
El motivo de estas líneas es, por una
parte, agradecerte el tiempo que has invertido en analizar mis planteamientos;
y, por otra, ofrecerte una respuesta (aunque no teológica, sí personal).
Te cuento que hace algunos años (desde
2005) experimenté en mi vida el amor de Dios en forma de un rescate inaudito y
un sentido a mi vida. Vi mis manos sucias, manchadas… me vi en pecado. Pero, más
que eso, experimenté el amor de Dios limpiándome con la sangre de Jesucristo
derramada en la Cruz. No digo que literalmente lo vi, me refiero a que así lo
sentí. Y después de eso comenzó mi sed por conocerlo, conocer al Dios que me
ama, y tratar de corresponderle a su gran amor, con lo único que tengo: mi
vida.
Mil, dos mil o más veces le he
fallado. Pero también mil, dos mil o más veces me he levantado con el corazón
arrepentido y ratificando mi entrega y mi vida a Él.
Con todo lo anterior, sólo quiero
expresar que no soy más que un simple pecador arrepentido, y perdonado por Dios
a través de Cristo. Sólo deseo conocerlo, amarlo y servirlo, en esta vida, y en
la otra. Nada más.
Es por eso que me atreví a escribir lo
que escribí, siempre en oración y pidiendo la asistencia del Espíritu Santo.
Sin embargo, no soy infalible, y nadie lo es sino por inspiración divina, ya
que siempre estaremos inclinados a una cierta opinión personal, por más que
arguyamos usar sólo la Biblia.
De tal manera que, como he dicho,
agradezco de corazón que te hayas tomado el tiempo de analizar las tesis que he
presentado, ya que esas respuestas suscitan en mí una mayor necesidad de
profundizar en la Palabra de Dios para conocerlo, y conociendo, amarlo con
todas mis fuerzas, y con toda mi alma, y con todo mi corazón.
A mi amigo Getsemaní, Dios le bendiga.
Reciba un cálido saludo y abrazo de mi parte a
usted, a los suyos y que Dios bendiga todo México. Me siento contento por el
hecho de que tuvo usted contacto con este blog y por ende con mi persona. Me
disculpo de antemano por no responder con mas prontitud pero es que yo no tengo
cuentas de ninguna red social. No cuento con el tiempo suficiente para nada de
eso. Le respondo apenas enterándome de que usted había escrito esta carta y no
quiero incurrir en la descortesía de no responderle.
¿Sabes? Me identifico mucho con el testimonio que
has compartido conmigo pues yo tuve la misma experiencia hace ya unos cuantos
años (como lo señalo en la introducción de la investigación a la cual responde
usted). Yo vivía una vida “tranquila” en el exterior pero muy turbulenta en mi
interior. Hacía las cosas sin la conciencia de que hay caminos que al hombre
parecen derechos pero el final es muerte (Prov. 14:12, 16:25). A la vista de
familiares y amigos yo era un “tipo buena gente”. Pero Dios me veía como un
pecador culpable que simplemente andaba en la carne sin la guía del su Santo
Espíritu.
Pero en el momento en que el pecado me tenía al
borde del abismo, cuando el enemigo de las almas estaba a punto de darme el
empujón final hacia la total perdición, cuando menos lo esperé, allí apareció…
el Jesús que los locos protestantes tanto mencionan y del que predican hasta el
hartazgo en sus iglesias. Ese Cristo que me mostró las heridas de sus manos,
pies y costado y me dijo “lo hice pensando en ti”. La sangre de Cristo
derramada en aquella senda dolorosa tiene un poder sin paralelo. Eso fue lo que
me transformó. Me hizo nueva criatura. Nunca había experimentado algo parecido.
Y aquí estoy…imperfecto pero nuevo.
Como usted bien lo expresa yo también tengo que
humillarme todos los días por el solo hecho de tener la naturaleza humana que
Adán me dejó de regalito. Y si me humillo por eso, por mis pecados personales
me desgarro las vestiduras del corazón, me lleno la cabeza de lodo y me visto
en cilicio. Somos seres imperfectos y dependemos totalmente de la misericordia
y presencia de Dios.
En materia bíblica digo lo mismo. Mientras más
descubro y mientras más aprendo me doy cuenta de lo ignorante que soy. Nadie
nace sabiéndolo todo. Por eso cuanto más Dios me da por medio de la Escritura
más aprendo que el conocimiento viene de EL y que yo solo sé que no sé ná
(nada).
Me alegro que hayan personas como usted que, aunque
diferimos en muchas cosas, podemos mantener una conversación cordial no
recalcitrante ni extremista como he visto muchísimas. Eso me relaja y me da
paz. Y como bien dice usted sigamos indagando, profundizando, escudriñando y
dejemos que Dios por su Espíritu Santo nos de la exegesis que buscamos. Todo
esto haciéndose con el mayor de los respetos y amor mutuo, cosa que nos debemos
sin costo.
RESPECTO AL CAMBIO DE NOMBRE
Estimado hermano, tal vez estamos aquí
ante algo diferente de un cambio de nombre. Estamos, como tú lo presentas, ante
un sobre-nombre. Es decir, un nombre que está por encima del suyo, sin dejar de
llamarse Simón. Aquél que antes era Simón, ahora es Simón Cefás, ya que
explícitamente la Biblia nunca dice que “dejó de llamarse Simón” sino que Jesús
le puso (asignó, llamó) también Cefás. Por lo tanto, Jesús le asigna un nombre nuevo
porque tendrá una misión nueva. Sin dejar de ser Simón, será Cefás.
Pero es necesario precisar que el
hecho de que el “cambio de nombre” de Jesús a Pedro no sea un dejarde ser
Simón para ser Cefás, sino un ser Simón Cefás, no quita que
la intención de Jesús al hacer esto sea llamarlo a una vocación, a una
misión. Es decir, el hecho de que Jesús no haya quitado el nombre anterior, no
hace concluir de ninguna manera que no haya una intención en el nuevo
nombre de Cefás.
En esto estamos completamente de acuerdo. Me alegra
saber que no fue difícil para usted ver que a Simón no se le cambió el nombre
como el catolicismo lo enseña y lo reitera una y otra vez tratando de reforzar
con eso el primado petrino. Es bueno saber que usted note la incongruencia.
Sobre la intención de Cristo de darle a Pedro un
propósito, una vocación, un llamado, estoy de acuerdo también. Nunca he
planteado lo contrario y si lo hice ha sido un error mío. Un protestante que
estudia seriamente las Escrituras debe darse cuenta de eso. La pregunta es
entonces: ¿a qué lo llamó en realidad? ¿Cuál era la vocación, el ministerio al
que Cristo lo comisionó? Lo que la Biblia dice es que Cristo lo llamó a
apacentar y pastorear su rebaño (Juan 21:15-17). En otro artículo en mi blog
aclaro que apacentar y pastorear no necesariamente significa liderato supremo
sobre todos los demás. Le pondré los links de otros análisis que he hecho para
que complementen lo que estoy diciendo.
Y lo que puedes leer tú en la Biblia
es que el nuevo nombre (sobre – nombre) está teñido por una intención clara en
los textos evangélicos: hacer de Simón hijo de Jonás, una Roca, a manera de
Jesús, quien es la Roca de la Salvación. Es decir, que este nombre, que por
derecho le corresponde a Jesús, él mismo lo delega y lo confiere a su discípulo
Simón Cefás.
Si bien es cierto que a Pedro no se le
menciona nunca que “dejará de ser llamado Simón”, esto tiene cabal sentido
cuando Simón lo confiese como Mesías e Hijo de Dios. De tal forma que Jesús nos
revela su intención de poner un sobrenombre a Pedro cuando hace la pregunta:
¿Quién dicen ustedes que soy yo? Porque es ahí justamente cuando Jesús le dice
a Simón: “Tú eres Simón hijo de Juan”, tal como Simón ha declarado: “Tú eres
Cristo, Hijo de Dios”.
En esto difiero no porque quiero sino porque no
tengo alternativa que inclinarme por lo que dice el Texto bíblico en sus
idiomas originales. Los detalles de lo que le digo están precisamente ahí, en
el análisis al cual usted responde y en otros que tengo en el blog. El
sobrenombre dado a Simón no es el mismo que tiene Cristo ni representan lo
mismo. Pedro no es la roca (PETRA) sobre la que se fundamenta la iglesia,
Cristo sí.
Estoy de acuerdo con que el apodo Kefas signifique
piedra o roca. Eso no es lo que cuestiono. Si me di a entender de otro modo
perdone mi imperfección. Lo que hay que ver es en qué sentido Pedro es piedra. Porque
en efecto el si es piedra porque es el que confiesa a Cristo una gran verdad
revelada: “Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo.” Cristo le responde que
sobre esa gran verdad edificaría la iglesia y esa verdad es Cristo mismo. No
digo esto como opinión, eso es lo que los análisis que he escrito me llevan a
concluir.
Hay muchos otros textos de la escritura que se deben
considerar a la hora de concluir algo sobre el sentido en el que Pedro es
piedra.
De tal manera que, por las intenciones
de Jesús para la misión y vocación de Pedro, era necesario que no dejase de
llamarse Simón. Pero como puedes observar, esto no quita en nada que la
intención exista y la ejecución de los planes de Jesús para Simón, también.
Respecto a los otros casos de
sobrenombres, lo interesante sería estudiar cuáles sobrenombres fueron puestos
por Jesús y con qué intención.
Veo que hasta aquí has utilizado mucho la palabra “intención”. La intención que Cristo tuvo en entregarle a Pedro un ministerio de la magnitud de pastorear y apacentar el rebaño es por demás especial e incuestionable. Nota que nunca pongo en tela de juicio la intención que tuvo el Maestro en relación a Pedro. Pero repito, esto no demuestra que a Pedro se le haya hecho líder por encima del resto de la iglesia y pone de manifiesto que lo de la sustitución de nombre como lo quieren mostrar los maestros católicos es algo exagerado. Sin embargo lo siguen repitiendo sin darse cuenta de lo que usted y yo acabamos de descubrir.
Por cierto, renombrar no es lo mismo que
sobrenombre. Mi deseo es que las veces que usted utilizó la palabra
“sobrenombre” en la carta, no haya tenido “cambio de nombre” en su mente. Eso
es una cosa. La intención que haya tenido el Maestro junto con la clase de
misión que tendría Pedro son otra cosa.
Por lo tanto, hermano, creo que el
problema es que te has detenido en el hecho de que no hubo una erradicación del
nombre original como en los casos del A.T., pero no te debes quedar ahí, sino
asumir entonces que, si hubo un sobrenombre intencional de Jesús a Simón,
entonces por qué y para qué fue.
Porque, si Jesús lo siguió llamando
Simón, es por algo. Porque él quería hacer énfasis en que iba a ser transformado
por su declaración de fe. Al menos, eso es lo que se puede leer en la Biblia.
Pero quitarle toda la intensidad de las palabras e intenciones de Jesús con el
sobre nombre a Pedro, por el hecho de que no hubo un “cambio”, es reducir el
poder de las Escrituras. Porque si bien, el cambio no fue de un nombre por
otro, sí fue de una vocación por otra, de pescador de peces a pescador de
hombres, de negador de Cristo a Pastor universal de las ovejas.
Aquí también tengo que aclarar que cuando cuestiono
lo del cambio de nombre no estoy tratando de socavar el significado del nombre
de Pedro ni ningún otro. Fíjese que lo que hago es denunciar el hecho de que el
argumento católico del “cambio” para darle más fuerza al primado de Pedro no
ocurrió. Sin embargo ellos lo enseñan como un hecho, hecho irreal.
El tema de las intenciones de Cristo es algo aparte
de lo que acabo de mencionar. La vocación de Pedro no se afecta por eso pero
como le dije el llamado de Pedro era pastorear y apacentar su rebaño. El sería
pastor de las ovejas aunque no su líder supremo. Su ministerio sería uno de
naturaleza espiritual.
Y tal vez no dejó de llamarse Simón,
pero sí pasó a llamarse Simón Cefás. En ese sentido, hubo un cambio.
No, no lo hubo. Lo que sí hubo fue la asignación de
un sobrenombre que es muy diferente a una sustitución de nombre como lo hubo en
los casos del Antiguo Testamento.
Simón, es diferente de Simón Cefás.
Pescador es diferente de Pescador de Hombres. Triple negador de Cristo es
diferente de Triple Confesión de Pastor. Simón el que no conoce a Cristo, es
diferente del Simón Cefás que tres veces responde que ama a Cristo.
Aquí sí estoy de acuerdo con usted. ¿Ya me
entiendes? Lo que pongo en tela de juicio no es el significado del llamado de
Pedro. Lo que denuncio es el ficticio cambio de nombre para tratar de darle más
fuerza al primado supremo de Pedro, lo cual nunca ocurrió. Creo que en el
artículo al que me respondes he sido claro en eso.
Me has escrito:
Antes que todo tenemos que aclarar
que el uso de fuentes, en especial de eruditos en idiomas bíblicos, es muy
necesario en el estudio de la Biblia. Nosotros los utilizamos hasta la
saciedad, PERO, no estamos obligados a estar de acuerdo con todo lo que ellos
dicen especialmente cuando confrontamos sus definiciones con lo que dice la
Biblia.
Sin embargo, hermano, lo que dice la
Biblia en su idioma original no se puede cambiar por lo que nosotros creamos
(interpretemos) que dice la Biblia en otros pasajes. Por eso existe la ciencia,
para apoyarnos en ella para descubrir nosotros el mensaje de Dios, y no
inventarnos un mensaje diferente.
En esto tiene usted razón. Lo que dice la Biblia en
sus idiomas originales no se puede cambiar. Por esto es que digo que no estamos
obligados a estar de acuerdo con TODO lo que dicen los teólogos o eruditos porque
a veces sus argumentos no concuerdan con lo que dice precisamente el Texto bíblico.
Los que he consultado son todos excelentes recursos pero no son perfectos como
tampoco nosotros, por eso dije lo que dije. Y eso aplica a todos sean
protestantes, católicos o quien sea. Es como cuando acuñamos la frase que dice
que “no a todo se le puede decir amén”.
Has citado:
Juan 1:42 Y le trajo a Jesús. Y
mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas
(que quiere decir, Pedro). Y ahora el detalle: Petros- Pedro EN LA BIBLIA
aparece alrededor de ciento ochenta y siete veces y en TODOS sin exceptuar
ninguno se utiliza UNICAMENTE como nombre propio. Uno buscará en vano por todo
el NT para ver donde el nombre Pedro significa piedra o roca.
Pero, hermano, por favor seamos
objetivos, y no reduccionistas de la Palabra de Dios. Cuando el escritor griego
del Evangelio de Juan colocó Petros, era para aclarar que con Cefás se refería
al apóstol Pedro (ya cambiado al masculino).
¿Te das cuenta de que sólo se menciona
Petros como nombre propio porque aún no existía el nombre griego Petros? Cuando
se tiene que aclarar que Cefás es Pedro, es porque se está escribiendo en
griego. No se está hablando de un diccionario para definir Roca. Se está
hablando de una persona. Y en masculino.
Entiendo perfectamente lo que quiere decir. Aquí
tengo que aclarar algo para que no haya malos entendidos. Una cosa es que Kefas
o Petros signifique piedra o roca (lo cual es correcto) y otra es que su nombre
se utilice para dejarnos entender que Pedro sería la roca sobre la cual se
edificaría la iglesia, en lo que difiero diametralmente y lo develo en el
análisis que hice. Es en ese sentido que digo que uno buscará en vano en el Texto
a ver donde Petros o Kefas significa roca. Lo tendré que clarificar en el
artículo (lo cual te agradezco de todo corazón).
En fin, sé que has abordado más textos
bíblicos, pero consideré importante responderte a este punto en especial, para
que juntos sigamos profundizando en la Palabra de Dios y que el Señor Jesús nos
siga transformando y santificando por medio de su Palabra, para llegar al
conocimiento del Padre con el poder del Espíritu Santo, amén.
Me emociona saber que tengo otro amigo más. A los
apologistas católicos que pululan por la red que tomen nota de lo que es
dialogar amenamente con una persona no importa cuánto difieran en asuntos bíblicos
(o de cualquier otra índole). Le pondré otros enlaces para que vea otros análisis
que he hecho de otros apologistas católicos que creo que complementarán algo lo
que le he expuesto en el análisis en cuestión.
Me agrada mucho su retorica cristocéntrica y muy
carismática. Eso me dice que usted ama y teme al Dios Todopoderoso Yahveh. Es bueno
conocer y conversar con gente como usted. Que Dios le bendiga mucho. Me disculpo
si lo traté de usted. Para mí eso es respeto y deferencia. Creo que para la próxima
lo trataré de tu si me lo permite.
En el Amor de Cristo:
Eliezer Delgado.
PD. Aquí estan los enlaces que le prometí que complementan los argumentos presentados aquí.