La WT dice...

«No constituye una forma de persecución religiosa el que una persona diga y muestre que otra religión es falsa [tampoco] el que una persona informada [la] exponga públicamente como falsa... Ciertamente el desenmascararla públicamente es de más valor que exponer la falsedad de un despacho noticioso; es un servicio público más bien que persecución religiosa y tiene que ver con la vida y felicidad eterna del público. No obstante, deja al público libre para escogerLa Atalaya, 15 de mayo de 1964, pág. 304.

"¿Están SUS enseñanzas en completa armonía con la Palabra de Dios, o están basadas en las tradiciones de los hombres? SI SOMOS AMANTES DE LA VERDAD, NO HAY NADA QUE TEMER DE TAL EXAMEN" (La vedad que lleva a la vida eterna - 1968, pagina 13.)

domingo, 8 de abril de 2018

Breve comentario sobre Revelación (Apocalipsis) capítulo 5





             Estuve buscando en la literatura oficial de la organización tJ algún comentario exegético sobre el capítulo 5 de Revelación o Apocalipsis. Para mi sorpresa, ésta organización hace total silencio en cuanto a exégesis se trata sobre ese pasaje bíblico. Incluso tampoco en los escritos de sus alegados “apologetas” encontré discusión alguna sobre dicho capítulo.


Lo único que encontré fue un artículo titulado “Demos honra a quien la merece”. Este artículo no tiene la intención de ser un estudio exegético acerca de la adoración que realmente reciben el Padre y el Hijo igualmente sino que lo rebajan todo a solo “honra”. Luego contextualizan el pasaje bíblico contestando preguntas como “¿Qué personas merecen honra y por qué?” y “¿Cuáles son los beneficios de dar honra a los que la merecen?”. Eso es todo.

No digo que eso sea malo o incorrecto pero ese artículo no entra en los verdaderos méritos de la adoración e igualdad que reciben el Padre y el Hijo. A continuación un análisis breve del capítulo cinco de Apocalipsis que explica por qué usted nunca encontrará un estudio profundo de los términos utilizados en este pasaje por parte de la organización tJ y por ende un silencio sepulcral en cuanto a esto.

1. El rollo y el Cordero

El contexto de los pasajes centrales que se discutirán aquí vienen de los verso 1 al 8. En esta parte se describen cuatro elementos principales que son;

a) El que está sentado en el trono: Esta frase aparece unas ocho veces en el libro de Revelación (Apocalipsis) y naturalmente siempre se refieren a Dios Padre. Vea Apo. 4:9, 4:10, 5:1, 5:7, 5:13, 7:10, 19:4, 21:5. La Biblia también menciona que Cristo está sentado a la diestra del Padre. En el Nuevo Testamento esta frase aparece cuatro veces todas ellas en referencia al Hijo Jesús. Vea Mat 26:64, Mar 14:62, Col 3:1, Heb 10:12.Esto significa que Cristo también posee un trono. 
                                                           
El trono denota un reinado y por lo tanto un asiento de autoridad. Nos recuerda que Cristo dijo que tiene toda potestad (Mat. 28:18). Esta es la primera clara alusión a la igualdad entre Cristo y El Padre. Los dos están sentados en tronos en plena función de jueces, reyes (Rev. 17:14) y potentados. Este tipo de autoridad lo vemos también en el caso de José el soñador, y figura de Cristo, a quién el Faraón otorga toda su potestad (Gén. 41:37-44).

b) “un libro escrito por dentro y por fuera” (v. 1): Este libro no es cualquier códice o documento. Se trata de un contrato, un acta, un título de herencia y propiedad, un documento oficial de la realeza. Lo que allí está escrito es ley. El hecho de estar escrito por ambos lados implica una plenitud, algo que está completado, un todo.

c) los siete sellos del libro. El 7 en la Biblia denota perfección y plenitud. En seis días Dios creó todas las cosas y se detuvo para ver lo que había hecho (Gén. 1:31). Luego, al séptimo día Jehová completó su obra (Gén. 2:1-3). Cristo le dijo a Pedro que no se debe perdonar siete veces sino setenta veces siete (70 X 7, Mat. 18:22). Los 7 sellos dan testimonio de la autenticidad del documento y “su calidad de testamento; así eran sellados lo testamentos en Roma. Por tanto, el rollo contiene el testamento oculto de Dios, su última voluntad, que dispone "la herencia de los santos en la luz" (Col 1,12; Heb 9,15; 1Pe 1,4)” 1. Dios Padre tiene este rollo en su mano derecha listo para entregarlo, no a cualquiera, sino a alguien que sea digno de tomarlo.

d) El Cordero: En el verso 2 se describe a un ángel preguntando por alguien digno de siquiera tomar el libro y abrir sus sellos. Al ver que no había nadie con las cualidades necesarias para tomar el libro, Juan lloró mucho (v. 3-4). Uno de los ancianos que estaban cerca del trono, para consolarlo, le indicó que hay uno que es digno de tomarlo y abrir sus sellos. Cuando Juan miró vio entre el trono y los cuatro seres vivientes a un Cordero como inmolado. Note que el Cordero está de pie, es decir, se puso de pie (v. 5-6), (vea más arriba la discusión de los tronos).

Note dos características del Cordero que no pueden pasarse por alto. Estas son sus siete cuernos y siete ojos:

“Siete cuernos (keras) es un símbolo común en el A.T. para fortaleza y poder regio (1Sa 2:10; 1Re 22:11; Sal 112:9; Dan 7:7; Dan 7:20 ss.) y a menudo en Apocalipsis (Apo 12:3; Apo 13:1; Apo 17:3; Apo 17:12). La plenitud de poder (el Todopoderoso) se simboliza con el número siete. Siete ojos (ophthalmous hepta). Como Zac 3:9; Zac 4:10 y denota aquí, como allí, omnisciencia. Aquí son identificados con los siete Espíritus de Cristo, mientras que en Apo_1:4 los siete Espíritus son claramente el Espíritu Santo de Dios (Apo 3:1), y arden como antorchas (Apo 4:5), como los ojos de Cristo (Apo 1:14).” 2


Los versículos 7 y 8 dicen que cuando el Cordero tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante él. Esta es otra evidencia clara de la igualdad del Cordero con el Padre porque si miramos el contexto de postrarse en el libro de Revelación vemos que era para ADORAR. Los textos que siguen subrayan eso con más fuerza. Noten que los adoradores llevaban “arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos” (v. 8). Esas oraciones son presentadas al Cordero, es decir, JESÚS.

Apo 5:9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;

Apo 5:10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.

Apo 5:11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,

2. El Cordero posee los atributos de Dios.

Luego del hermoso cantico registrado en los versos 9 al 11 los seres mencionados allí pasan a la parte de la adoración:

Apo 5:12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.

Siete (perfección y plenitud) son los atributos que tiene el Cordero en este verso: dunamin, poder; plouton, riqueza; sophian, sabiduría; ischun, fortaleza; timën, honor; doxan, gloria; eulogian, alabanza. Es decir, todos estos atributos los posee el Cordero de manera plena y perfecta, ni más ni menos que su Padre, existiendo como su coigual.


Pero esto no termina aquí. El próximo verso es el más importante pues en él se nos describen los atributos más significativos del Cordero que son los que ponen de manifiesto la clara igualdad del Hijo y el Padre.

Apo 5:13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.

La traducción del Nuevo Mundo lo vierte así:

Apo 5:13 Y a toda criatura que está en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí decir: “Al que está sentado en el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y la potencia para siempre jamás”.

Esta es la parte más significativa. El gran coro celestial entra en la adoración tanto al Padre (sentado en el trono) como al Hijo (el Cordero). Lo primero que notamos es la distinción entre dos grupos:

A. Todo lo creado (πᾶν κτίσμα – pan ktísma). Es decir, lo que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay. Aquí está incluido también el gran coro celestial de este capítulo.

B. El que está sentado en el trono y el Cordero. Es obvio que ellos están fuera del ámbito de lo creado porque componen la Deidad misma. Si el Cordero Jesús fuese criatura se hubiese hecho la clara distinción incluyéndolo en la lista de todo lo creado pero no es así. A Él se le ha incluido, como se dijo, dentro de la Deidad. De hecho, cuando a Jesús se le denomina el “primogénito de la creación” no se le aplica ktízo (protoktizo) de donde proviene ktísma (creación) sino que se le llama el prototokos, que en ocasiones tiene el significado de preeminencia3. En este pasaje queda más que demostrado.

Y si esto es significativo, lo segundo que aflora a la vista es el sello culminante del asunto. Como habrán notado en el verso 13 al Padre y al Hijo se le rinden atributos que ya se le han dado al Hijo en el verso 12. Estos son eulogian, alabanza timën, honor; doxan, gloria. Pero cuando vemos la palabra que se traduce “poder”, ahora es cambiada de dunamin a KRATOS.

Kratos en el Antiguo Testamento Griego (Septuaginta – LXX – κρατος, κρατους) es utilizado unas once veces. Desglosaremos las aplicaciones que éste vocablo griego tiene:

Fuerza humana: Gén 49:24, Deu 8:17, Jue 4:3, Sal 59:9, Pro 27:24, Isa 22:21, Dan 11:1.

Poder de Dios: Esd 8:22, Job 12:16, Sal 62:12, 86:16, 89:9, 90:11.

No obstante, en el Nuevo Testamento encontramos algo muy interesante. La palabra en discusión aparece unas doce veces pero su uso es más restrictivo. La aplicación de kratos allí es como sigue: 


Deidad: Luc 1:51, Hech 19:20, Efe 1:19, Col 1:11, 1 Tim 6:16, Apoc. (Rev.) 1:6, 5:13

El diablo: Heb 2:14.

Como han podido notar, en el NT kratos ya no se aplica a hombre alguno. Es aplicada casi exclusivamente a la Deidad directamente o por alusión con solo una excepción y limitado solo al “poder de la muerte”, esto es, al diablo, el Señor lo reprenda.

¿Qué implica esto? Que en Revelación 5:13 se le atribuye al Hijo EL MISMO poder del Padre. To kratos (τὸ κράτοσ) – EL PODER, en singular. No un poder mayor para el Padre y otro poder más limitado para el Hijo. No. El mismo poder en los dos. Es por eso que si a Dios se le llama kratos y al hijo también, entonces por lógica ambos son PANTOKRATOS (Rev. 1:8). Este es uno de los textos más claros y explícitos que hablan sobre la clara igualdad entre el Padre y el Hijo. No hay que ser un erudito ni tener tantos o cuantos grados académicos para darse cuenta de eso.

Es trágico cuando vemos algunos adeptos a la organización de los testigos de Jehová buscando subterfugios y justificaciones en la gramática griega (mal aplicada, claro está) para rebajar a Jesús de lo que él realmente es. Juan, en sus diferentes escritos nos dice lo que creía sobre el Hijo:

1. καὶ θεὸσ ἦν λόγοσ – kai Theos en ho logos – el Verbo era Dios, no “un” dios.

2. En Juan 5:18, el apóstol escritor interpretó las palabras de Jesús “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” como que él se hacía igual a Dios, no menor.

3. Inmediatamente después, Juan escribe diez versículos en donde describe a Jesús reclamando férreamente su igualdad con Dios respetando la subordinación (19 – 29). Y como hemos planteado en otros estudios subordinación no es inferioridad.

4. La insistencia de Jesús ser igual a su padre registrada en Juan 14:8-9:
Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?”

Ni siquiera la burda inserción en la TNM de “[también]” en este verso es excusa para tratar de escapar la innegable realidad de que Jesús siempre reclamó su igualdad con el Padre. De hecho, eso le da más fuerza.

5. En sus epístolas, Juan estimaba al Padre y al Hijo de la misma forma. Vea 1 Juan 2:22-24, 2 Juan 1:3, 9.

Los que tratan de buscar interpretaciones contrarias a estas no se dan cuenta que lo que esto implica. Están haciendo que la Biblia se contradiga.  Es lo que provoca el aislar ciertos textos para hacer eiségesis con ellos. ¿Cómo puede ser que Juan escriba sobre la clara igualdad del Hijo en el libro de Revelación y enseñe a su vez su inferioridad en otras partes del Texto Sagrado? Esto es una incoherencia total y arbitraria por parte de los anti trinitarios.

Pero no es que la Biblia se contradiga. Ese no es el caso. Es la falta de honestidad y la negación de muchos ante esta grande y clara verdad que tienen de frente y no les queda otra alternativa que incurrir en PREJUICIOS TEOLÓGICOS.


Que todo esto quede en la conciencia de los que todavía tienen la osadía de creer en un “diosecillo” pequeñito, para que acudan al llamado a creer en el Hijo de Dios como lo que la Biblia dice que es. Y él es tan Dios como su Padre.

Apo 5:14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén;
y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros
 y adoraron al que vive por los siglos de los siglos.

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Notas:

1 Comentario de la Santa Biblia Martín Nieto.

2 Archibald Thomas Robertson.


3 Salmo 89:27: David, quien fue el último nacido a Isaí, es llamado “primogénito.” Jeremías 31:9: Efraín, quien nació después de Manasés, es llamado “primogénito.” Éxodo 4:22: Israel es llamado el “primogénito” de Dios. Job 18:13: Una enfermedad es llamada el “primogénito de la muerte.” 








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