Estuve
buscando en la literatura oficial de la organización tJ algún comentario
exegético sobre el capítulo 5 de Revelación o Apocalipsis. Para mi sorpresa, ésta
organización hace total silencio en cuanto a exégesis se trata sobre ese pasaje
bíblico. Incluso tampoco en los escritos de sus alegados “apologetas” encontré
discusión alguna sobre dicho capítulo.
Lo único que
encontré fue un artículo titulado “Demos honra a quien la merece”. Este
artículo no tiene la intención de ser un estudio exegético acerca de la
adoración que realmente reciben el Padre y el Hijo igualmente sino que lo
rebajan todo a solo “honra”. Luego contextualizan el pasaje bíblico contestando
preguntas como “¿Qué personas merecen honra y por qué?” y “¿Cuáles son los
beneficios de dar honra a los que la merecen?”. Eso es todo.
No digo que
eso sea malo o incorrecto pero ese artículo no entra en los verdaderos méritos
de la adoración e igualdad que reciben el Padre y el Hijo. A continuación un análisis
breve del capítulo cinco de Apocalipsis que explica por qué usted nunca
encontrará un estudio profundo de los términos utilizados en este pasaje por
parte de la organización tJ y por ende un silencio sepulcral en cuanto a esto.
1. El rollo y el Cordero
El contexto
de los pasajes centrales que se discutirán aquí vienen de los verso 1 al 8. En
esta parte se describen cuatro elementos principales que son;
a) El que está sentado en el trono: Esta frase aparece unas ocho veces
en el libro de Revelación (Apocalipsis) y naturalmente siempre se refieren a
Dios Padre. Vea Apo. 4:9, 4:10, 5:1, 5:7, 5:13, 7:10, 19:4, 21:5. La Biblia
también menciona que Cristo está sentado a la diestra del Padre. En el Nuevo
Testamento esta frase aparece cuatro veces todas ellas en referencia al Hijo
Jesús. Vea Mat 26:64, Mar 14:62, Col 3:1, Heb 10:12.Esto significa que Cristo
también posee un trono.
El trono denota un reinado y por lo tanto
un asiento de autoridad. Nos recuerda que Cristo dijo que tiene toda potestad
(Mat. 28:18). Esta es la primera clara alusión a la igualdad entre Cristo y El
Padre. Los dos están sentados en tronos en plena función de jueces, reyes (Rev.
17:14) y potentados. Este tipo de autoridad lo vemos también en el caso de José
el soñador, y figura de Cristo, a quién el Faraón otorga toda su potestad (Gén.
41:37-44).
b) “un libro escrito por dentro y por
fuera” (v. 1): Este
libro no es cualquier códice o documento. Se trata de un contrato, un acta, un
título de herencia y propiedad, un documento oficial de la realeza. Lo que allí
está escrito es ley. El hecho de estar escrito por ambos lados implica una
plenitud, algo que está completado, un todo.
c) los siete sellos del libro. El 7 en la Biblia denota perfección
y plenitud. En seis días Dios creó todas las cosas y se detuvo para ver lo que
había hecho (Gén. 1:31). Luego, al séptimo
día Jehová completó su obra (Gén.
2:1-3). Cristo le dijo a Pedro que no se debe perdonar siete veces sino setenta
veces siete (70 X 7, Mat. 18:22). Los 7 sellos dan testimonio de la
autenticidad del documento y “su calidad
de testamento; así eran sellados lo testamentos en Roma. Por tanto, el rollo
contiene el testamento oculto de Dios, su última voluntad, que dispone "la
herencia de los santos en la luz" (Col 1,12; Heb 9,15; 1Pe 1,4)” 1. Dios Padre tiene este
rollo en su mano derecha listo para entregarlo, no a cualquiera, sino a alguien
que sea digno de tomarlo.
d) El Cordero: En el verso 2 se describe a un
ángel preguntando por alguien digno de siquiera tomar el libro y abrir sus
sellos. Al ver que no había nadie con las cualidades necesarias para tomar el
libro, Juan lloró mucho (v. 3-4). Uno de los ancianos que estaban cerca del
trono, para consolarlo, le indicó que hay uno que es digno de tomarlo y abrir
sus sellos. Cuando Juan miró vio entre el trono y los cuatro seres vivientes a
un Cordero como inmolado. Note que el Cordero está de pie, es decir, se puso de
pie (v. 5-6), (vea más arriba la discusión de los tronos).
Note dos
características del Cordero que no pueden pasarse por alto. Estas son sus siete
cuernos y siete ojos:
Los
versículos 7 y 8 dicen que cuando el Cordero tomó el libro, los cuatro seres
vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron ante él. Esta es otra
evidencia clara de la igualdad del Cordero con el Padre porque si miramos el
contexto de postrarse en el libro de Revelación vemos que era para ADORAR. Los
textos que siguen subrayan eso con más fuerza. Noten que los adoradores
llevaban “arpas, y copas de oro llenas de
incienso, que son las oraciones de los santos” (v. 8). Esas oraciones son
presentadas al Cordero, es decir, JESÚS.
Apo 5:9 y
cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir
sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para
Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;
Apo 5:10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.
Apo 5:11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones,
2. El Cordero posee los atributos de
Dios.
Luego del
hermoso cantico registrado en los versos 9 al 11 los seres mencionados allí
pasan a la parte de la adoración:
Apo 5:12 que
decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la
fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
Siete (perfección y plenitud) son los atributos que tiene el Cordero en este verso: dunamin, poder; plouton, riqueza; sophian, sabiduría; ischun, fortaleza; timën, honor; doxan, gloria; eulogian, alabanza. Es decir, todos estos atributos los posee el Cordero de manera plena y perfecta, ni más ni menos que su Padre, existiendo como su coigual.
Pero esto no
termina aquí. El próximo verso es el más importante pues en él se nos
describen los atributos más significativos del Cordero que son los que ponen de
manifiesto la clara igualdad del Hijo y el Padre.
Apo 5:13 Y
a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la
tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que
está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y
el poder, por los siglos de los siglos.
La
traducción del Nuevo Mundo lo vierte así:
Apo 5:13 Y
a toda criatura que está en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra y en
el mar, y a todas las cosas que hay en ellos, oí decir: “Al que está sentado en
el trono y al Cordero sean la bendición y la honra y la gloria y la potencia
para siempre jamás”.
Esta es la parte más significativa. El gran coro celestial entra en la adoración tanto al Padre (sentado en el trono) como al Hijo (el Cordero). Lo primero que notamos es la distinción entre dos grupos:
A. Todo lo
creado (πᾶν κτίσμα – pan ktísma). Es decir, lo que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el
mar, y a todas las cosas que en ellos hay. Aquí está incluido también el
gran coro celestial de este capítulo.
B. El que está
sentado en el trono y el Cordero. Es obvio que ellos están fuera del ámbito de lo
creado porque componen la Deidad misma. Si el Cordero Jesús fuese
criatura se hubiese hecho la clara distinción incluyéndolo en la lista de todo
lo creado pero no es así. A Él se le ha incluido, como se dijo, dentro
de la Deidad. De hecho, cuando a
Jesús se le denomina el “primogénito de la creación” no se le aplica ktízo
(protoktizo) de donde proviene
ktísma (creación) sino que se le llama el prototokos, que en ocasiones tiene el significado de preeminencia3. En este pasaje queda más
que demostrado.
Y si esto es
significativo, lo segundo que aflora a la vista es el sello culminante del
asunto. Como habrán notado en el verso 13 al Padre y al Hijo se le rinden
atributos que ya se le han dado al Hijo en el verso 12. Estos son eulogian,
alabanza timën, honor; doxan, gloria. Pero cuando
vemos la palabra que se traduce “poder”, ahora es cambiada de dunamin a KRATOS.
Kratos en el Antiguo Testamento Griego
(Septuaginta – LXX – κρατος, κρατους) es utilizado unas once veces.
Desglosaremos las aplicaciones que éste vocablo griego tiene:
Fuerza
humana: Gén 49:24, Deu 8:17, Jue 4:3, Sal 59:9, Pro 27:24, Isa 22:21, Dan 11:1.
Poder de
Dios: Esd 8:22, Job 12:16, Sal 62:12, 86:16, 89:9, 90:11.
No obstante, en el Nuevo Testamento encontramos algo muy interesante. La palabra en discusión aparece unas doce veces pero su uso es más restrictivo. La aplicación de kratos allí es como sigue:
Deidad: Luc
1:51, Hech 19:20, Efe 1:19, Col 1:11, 1 Tim 6:16, Apoc. (Rev.) 1:6, 5:13
El diablo:
Heb 2:14.
Como han
podido notar, en el NT kratos ya no se aplica a hombre alguno. Es
aplicada casi exclusivamente a la Deidad directamente o por alusión con
solo una excepción y limitado solo al “poder de la muerte”, esto es, al diablo,
el Señor lo reprenda.
¿Qué implica
esto? Que en Revelación 5:13 se le atribuye al Hijo EL MISMO poder del Padre.
To kratos (τὸ κράτοσ) – EL PODER, en singular. No un poder mayor para el Padre
y otro poder más limitado para el Hijo. No. El mismo poder en los dos. Es por
eso que si a Dios se le llama kratos y al hijo también, entonces por lógica
ambos son PANTOKRATOS (Rev. 1:8). Este es uno de los textos más claros y
explícitos que hablan sobre la clara igualdad entre el Padre y el Hijo. No hay
que ser un erudito ni tener tantos o cuantos grados académicos para darse
cuenta de eso.
Es trágico
cuando vemos algunos adeptos a la organización de los testigos de Jehová
buscando subterfugios y justificaciones en la gramática griega (mal aplicada,
claro está) para rebajar a Jesús de lo que él realmente es. Juan, en sus diferentes
escritos nos dice lo que creía sobre el Hijo:
1. καὶ
θεὸσ ἦν ὁ λόγοσ – kai Theos en ho logos – el Verbo era Dios, no “un” dios.
2. En Juan
5:18, el apóstol escritor interpretó las palabras de Jesús “Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo” como que él se hacía igual
a Dios, no menor.
3.
Inmediatamente después, Juan escribe diez versículos en donde describe a Jesús reclamando
férreamente su igualdad con Dios respetando la subordinación (19 – 29). Y como
hemos planteado en otros estudios subordinación no es inferioridad.
4. La
insistencia de Jesús ser igual a su padre registrada en Juan 14:8-9:
“Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre,
y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido,
Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues,
dices tú: Muéstranos el Padre?”
Ni siquiera
la burda inserción en la TNM de “[también]” en este verso es excusa para tratar de escapar la
innegable realidad de que Jesús siempre reclamó su igualdad con el Padre. De
hecho, eso le da más fuerza.
5. En sus
epístolas, Juan estimaba al Padre y al Hijo de la misma forma. Vea 1 Juan
2:22-24, 2 Juan 1:3, 9.
Los que
tratan de buscar interpretaciones contrarias a estas no se dan cuenta que lo
que esto implica. Están haciendo que la Biblia se contradiga. Es lo que provoca el aislar ciertos textos
para hacer eiségesis con ellos. ¿Cómo puede ser que Juan escriba sobre la clara
igualdad del Hijo en el libro de Revelación y enseñe a su vez su inferioridad
en otras partes del Texto Sagrado? Esto es una incoherencia total y arbitraria
por parte de los anti trinitarios.
Pero no es
que la Biblia se contradiga. Ese no es el caso. Es la falta de honestidad y la
negación de muchos ante esta grande y clara verdad que tienen de frente y no
les queda otra alternativa que incurrir en PREJUICIOS TEOLÓGICOS.
Que todo
esto quede en la conciencia de los que todavía tienen la osadía de creer en un “diosecillo”
pequeñito, para que acudan al llamado a creer en el Hijo de Dios como lo que la
Biblia dice que es. Y él es tan Dios como su Padre.
Apo 5:14 Los
cuatro seres vivientes decían: Amén;
y los veinticuatro
ancianos se postraron sobre sus rostros
y adoraron al que vive por los siglos de los
siglos.
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Notas:
1 Comentario de la Santa Biblia Martín
Nieto.
2 Archibald Thomas Robertson.
3 Salmo 89:27: David, quien fue el
último nacido a Isaí, es llamado “primogénito.” Jeremías 31:9: Efraín, quien
nació después de Manasés, es llamado “primogénito.” Éxodo 4:22: Israel es
llamado el “primogénito” de Dios. Job 18:13: Una enfermedad es llamada el
“primogénito de la muerte.”