Recientemente
fue publicado en el Facebook de un apologeta católico un video en donde aparece
un alegado erudito evangélico hablando sobre Mateo 16:18. Allí, este alegado
erudito que “niega el ministerio petrino
del papado, así como el hecho de que Pedro fue el primer papa”, reconoce
por otra parte, que en el mencionado texto la roca sobre la cual Cristo
edificaría la iglesia es Pedro. Observando este video, cuando escuché el
anuncio del motivado narrador, pensé que los argumentos serían muy interesantes
viniendo de un supuesto “erudito” y “decano
de la exégesis conservadora de la Biblia protestante”. Pero a medida que lo
seguía escuchando, la decepción fue cada vez más evidente.
Ahí fue que
me di cuenta que los apologetas católicos utilizan las palabras de este
supuesto exégeta como un subterfugio ante la realidad de que sus argumentos ya
se están quedando obsoletos y están siendo refutados de manera contundente en
lo que se refiere al tan discutido texto. Entonces, me di a la tarea de
transcribir las palabras del señor Carson para escribir mis respuestas
puntuales aun cuando sus planteamientos son algo flojos, superficiales y no
toman en cuenta elementos necesarios en la exégesis de un texto bíblico.
Transcripción de las palabras de
Donald Arthur Carson:
“Las rocas y otras metáforas son utilizadas
de formas diferentes en las escrituras dependiendo del contexto. Por ejemplo,
en 1 Corintios 3:10 Pablo es un experto constructor de la iglesia. Pero en este
pasaje [Mat. 16:18] Jesús es el que construye la iglesia. Misma metáfora,
diferente contexto. En 1 Corintios 3:11 Jesús es el fundamento de la iglesia.
Pablo dice que nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto,
Jesucristo. Pero en Efesios 2 los profetas y los apóstoles son el fundamento de
la iglesia. Esto no es una contradicción, es solo un uso diferente de la
metáfora.”
Los
planteamientos del “erudito” estaban bien hasta que comparó las palabras de
Pablo en 1 Cor. 3:11 con las de Efesios 2. Lo que Pablo dice en 1 Cor 3:11 es
que él puso el fundamento, no que él
es el constructor. Si leen bien el versículo dice “puse el fundamento, y otro
edifica encima”. Esa era una de las funciones principales de los
apóstoles en su época, poner el fundamento Jesús. Entonces, la función que
tiene la iglesia es el de edificar encima del fundamento que ya está puesto,
como bien lo especifica el verso 12 y Efesios 2:21.
Ahora bien,
Efesios 2:20 dice: “edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y
profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,”
Si los
apóstoles con Pablo pusieron el fundamento, ellos mismos no pueden ser el fundamento al mismo tiempo. De
hecho, cuando examinamos cómo Pablo escribió el texto en griego vemos lo que
realmente él quiso decir. Como claramente ven, el texto dice “el fundamento DE los apóstoles”. No dice que
el fundamento SON ellos. La frase en griego es επι τω θεμελιω των αποστολων.
Como se puede apreciar, la frase es lo que se llama en el griego una construcción
genitiva, es decir, todas las palabras están en el caso genitivo. El
caso genitivo denota posesión.
Entonces, los apóstoles no SON el fundamento, sino que ellos TIENEN o POSEEN un
fundamento, ya que Pablo claramente dice que solo hay UNO. Y este fundamento es
Jesucristo. Si la frase griega se hubiese escrito en el caso dativo entonces la historia fuese otra
porque el caso dativo sería el lugar
donde se edifica. Si allí hubiese una construcción dativa entonces se estaría
diciendo que el fundamento son los apóstoles porque se edificaría sobre ellos
mismos, pero lamentablemente no es así.
“Aquí, como veremos en
un momento [Mat. 16:19], Pedro tiene las llaves, en Revelación 3 y 9 Jesús
tiene las llaves. En Juan 9:5 Jesús es la luz del mundo. En Mateo 5:14 los
cristianos son la luz del mundo. Ninguno de estos son contradicciones, es una
mera muestra que un mismo idioma puede ser utilizado en diferentes contextos
con diferentes énfasis. Entonces, solo porque Pedro diga en 1 Pedro que Jesús
es la Roca, no elimina la posibilidad de que Pedro sea la Roca aquí [Mat.
16:18].”
Resulta un
poco chocante que este “erudito” haga un planteamiento tan flojo como este. No toma
en cuenta los significados de las palabras en los idiomas originales. Alguno
podrá utilizar el argumento del arameo que dice que lo que Jesús le dijo a
Pedro fue “tu eres kefa y sobre esta kefa edificaré mi iglesia”. Pero ya se ha
probado que este es otro argumento católico débil porque, en primer lugar, el
hecho de que se utilice la misma palabra en ambas ocasiones no demuestra que
tengan el mismo significado ni que sean lo mismo. Todo el mundo sabe que en
cualquier idioma una sola palabra puede tener diferentes significados y kefas
no es la excepción. Por esto cuando se escribió esa frase en griego se utiliza
petros y petra. La primera es una piedra pequeña y la segunda es una roca
grande de fundamento inconmovible. Al final de este artículo pondré un enlace
donde podrá ver las pruebas que ningún apologeta católico menciona.
“Un texto sin contexto
es un pretexto para un texto de prueba. Además, sospecho que si no fuera por
2000 años de falsa enseñanza de la iglesia de Roma en el tema, si nunca hubiese
habido un papa, imagine eso. Si nunca hubiese habido un control por parte del
obispo de Roma, si no hubiese habido 1000 años enseñando que este es realmente
Pedro como el papa, ¿estaría alguien nervioso en decir que habría algún sentido
en el cual Pedro es la fundación? ¿Tiene cierto tipo de primacía salvífica
histórica? Ahí está Pentecostés; ahí está Cornelio; ahí estas esta sabiduría en
el Concilio de Jerusalén en Hechos 15. Además,
sería un uso extraño del lenguaje, una extraña mezcla de metáforas que ilustra
a Jesús como el constructor y como la piedra de fundación en el mismo verso. Así
que, si aceptamos que Jesús es el que edifica la iglesia, es un poco difícil
creer que es la piedra fundamental de la iglesia también.”
Si este “erudito” leyera la Biblia con más cuidado descubriría que existen metáforas que están ya mezcladas mucho antes que el Nuevo Testamento se haya escrito. El hecho de que Jesús es el edificador (Mat. 16:18), el fundamento (1 Co. 3:11) y la piedra angular (Efe. 2:20) estácontenido en una profecía mesiánica escrita entre el año 740 al 680 antes de Cristo. ¿Por quién? ¿Un cristiano primitivo? Absolutamente no. Se trata del profeta Isaías quién nos dice:
Isa 28:16 Por
eso, así dice el Señor Yahveh: «He aquí que yo pongo por fundamento en Sión una
piedra elegida, angular, preciosa y fundamental: quien
tuviere fe en ella no vacilará.
En un solo
texto, en el mismo contexto y a la misma persona se le presenta como fundamento
y como piedra angular al mismo tiempo. Sin mencionar que aquí se habla de UNA
SOLA piedra no de dos ni de trece. Una sola. Esto queda claro cuando examinamos la
morfología de la palabra piedra en el
hebreo y vemos que es un nombre común singular absoluto.
En este
texto, la palabra que se traduce a piedra en hebreo es eben (o evna) que en LXX
se traduce a lithos. Sin embargo se habla de una piedra de fundamento, por lo
que no se trata de una simple piedrita como en su uso literal. Esta es otra
evidencia de que cuando se aplica lithos a Cristo, tal vocablo griego toma el
mismo significado de petra, una roca que puede ser fundamento para una
construcción. Interesante también que allí la piedra angular en LXX es
ακρογωνιαιον (akrogoniaion), lo cual prueba sin lugar a dudas que Mateo 16:18,
1 Co. 3:11 y Efesios 2:20 son diferentes cumplimientos de UNA MISMA PROFECÍA. Estamos
hablando de un ser TODOPODEROSO, es decir que lo puede todo y NO TIENE LIMITES.
Decir que estas metáforas no se pueden complementar es decir que nuestro Dios
tiene limitaciones.
Esto también
destruye el argumento de las tan aclamadas mezclas de metáforas en la que los
principales apologetas católicos se estaban refugiando tanto. Estas no son tan
“extrañas” como el “erudito” dice.
“Así que, si echamos a
un lado toda la teología católica posterior, creo que la respuesta obvia aquí [Mat. 16:18], es que Pedro es la
Roca.”
Ese es el
peligro de creer lo que cualquiera dice independientemente sea erudito o
comentarista de la religión o denominación que sea. Muchos están creyendo lo
que uno de estos “estudiosos” dice sin confrontarlos con el árbitro, el que
traza la línea entre lo que se tiene que creer y lo que no, el que pone el
límite, el Texto Bíblico. Muchos de los comentarios de estos exégetas son
acertados pero incluso ellos con toda la preparación que puedan tener no son
perfectos ni lo saben todo. El único que lo sabe todo es Dios y su Palabra es
la verdad.
He podido notar
que en cuanto al tema de Mateo 16:18 la mayoría de estos estudiosos se están
dejando llevar por interpretaciones tradicionales que vienen corriendo hace
muchos años y ninguno se ha detenido a meditar y examinar diligentemente lo que
está creyendo y enseñando. Pero solo cuando volvamos a la Biblia encontraremos
todas las respuestas que estamos buscando. Lo que no se encuentre allí tiene
que pasar por la aprobación de la Biblia. Si no, entonces hay que decidir si le
creemos a la Biblia o a un mero “interprete”. Y con todo esto queda claro que
hay eruditos y hay “eruditos”.
¿A quién creerá usted, al Texto Bíblico o a las opiniones y a lo que otro dice que la Biblia dice?
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Lea un
análisis sobre Mateo 16:18 AQUÍ