Introducción
El primer argumento que hace un católico
cuando se le pregunta por qué cree que la iglesia católica es la única
verdadera es el que dice que Cristo puso a Pedro como el primer “papa”
haciéndolo así la roca sobre la que se edifica la iglesia. Luego citan Mateo
16:18-19:
“Y yo a mi
vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las
puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del
Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y
lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»”
Luego
explican que:
La autoridad del Papa viene por legítima
sucesión de la autoridad que Cristo confirió al apóstol Pedro cuando le designó
la piedra sobre la que se edifica su Iglesia y le entregó las llaves del reino
de los cielos y la autoridad de atar y desatar
En el
siguiente análisis se pretende exponer las razones por las cuales nosotros los evangélicos
diferimos de esa postura mediante el análisis minucioso de las Sagradas
Escrituras. Exploraremos cada uno de los argumentos principales que hace el
catolicismo para defender el primado petrino, luego daremos las razones por las
cuales diferimos de tales planteamientos y de paso aclaramos nuestra posición.
Aclaramos también que esto no se hace con el fin de retar ni señalar ni
ridiculizar a nadie en particular ni crear tensiones de ninguna índole. Así
como los católicos defienden su fe nosotros también lo hacemos y en el proceso
tratamos de ser sinceros y francos en nuestras posturas como todo el mundo
tiene derecho hacer.
A. Mateo 16,18-19
En el pasaje anterior lo primero que debemos notar es que Cristo cambia el nombre a Simón por Pedro (Piedra). Veamos que significa este cambio de nombre. Si estudiamos con detenimiento la Biblia podemos ver que para Dios el nombre es muy importante, ya que cada vez que Dios cambia el nombre a alguien lo hace con un propósito. El nombre corresponde a su nueva identidad, función o ministerio. Veamos varios ejemplos:
A Abram Dios le cambia el nombre por Abraham
porque le constituye en padre de muchedumbre de pueblos:
“Cayó
Abram rostro en tierra, y Dios le habló así: «Por mi parte he aquí mi alianza
contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, pues
padre de muchedumbre de pueblos te he constituido. Te haré fecundo sobremanera,
te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti.” Génesis 17,3-6
A Saraí (esposa de Abraham) Dios le cambia
el nombre a Sara que significa "princesa fecunda", "madre de reyes":
“Dijo
Dios a Abraham: «A Saray, tu mujer, no
la llamarás más Saray, sino que su nombre será Sara. Yo la bendeciré, y de
ella también te daré un hijo. La bendeciré, y se convertirá en naciones; reyes
de pueblos procederán de ella.»” Génesis 17,16
A Jacob Dios le cambia el nombre por
Israel porque "lucho con Dios y los hombres y venció"
“Dijo el
otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» - «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra
Dios y contra los hombres, y le has vencido.»” Génesis 32,28
El nombre de Jesús también tiene un
significado:
“Dará a
luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de
sus pecados.»” Mateo 1,21
(las negritas son añadidas en este
estudio).
Este argumento
intenta probar que a Simón se le cambió el nombre. Se procede a comparar la
asignación de su nombre con otros casos
que tuvieron lugar en el Antiguo Testamento. Este planteamiento se hace para
dar más fuerza al argumento del primado “superior” de Pedro sobre los discípulos
y la iglesia. Ahora bien, si miramos con detenimiento los pasajes del AT que se
utilizan vemos que en todos sin excepción de ninguno Dios le dice a quien le
cambia el nombre que no se llamará mas con su nombre
original.
Por otro lado, en el
caso de Pedro esto no ocurre. Cuando Jesús le dice que se llamará Cefas nunca
le dice “no te llamarás más Simón”, como ocurre en los ejemplos antes
mencionados. El Nuevo Testamento no registra cambios de nombre. Por el
contrario lo que testifica es que se asignaban sobrenombres:
Mateo 10:3 Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano,
Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre
Tadeo,
Marcos 3:16 a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;
Lucas 22:3 Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno
del número de los doce;
Hechos 1:23 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás,
que tenía por sobrenombre Justo, y a
Matías.
En la Biblia un
cambio es una sustitución. Un sobrenombre es un nombre adicional que se añade
al nombre original. Alguno podrá argumentar que a Israel se le continuó llamando Jacob
después del cambio pero esto no niega el hecho de que el cambio se efectuó con
las palabras de Dios cuando le dijo “no
se dirá más tu nombre Jacob”. El uso de su primer nombre después del
cambio entonces es referencia al igual que otros casos que se dan en el AT.
Otro detalle que
habla en contra del cambio de nombre es que en los momentos más íntimos en los
que Jesús le habla a Pedro no lo hace llamándolo como tal:
Marcos 14:37 Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?
Lucas 22:31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí
Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte;
y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Juan 21:15 Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón
Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me
amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo:
Apacienta mis corderos.
16
Volvió a decirle la segunda vez: Simón,
hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le
dijo: Pastorea mis ovejas.
17
Le dijo la tercera vez: Simón,
hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez:
¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús
le dijo: Apacienta mis ovejas.
Es
interesante ver en el pasaje de Juan 21:15-17 que mientras Cristo le delega a
Simón el oficio de pastor y cuidador de
las ovejas no le está llamando Pedro sino que le llama por su nombre original
tres veces seguidas. Esto demuestra que en Mateo 16:18 Jesús no le cambia el
nombre a Simón sino que le llama por el apodo que se le había asignado anteriormente.
Cabe aclarar, para
que no haya malos entendidos, que esto no atenta contra el significado claro
que tiene el nombre Pedro ni ningún otro. Él no es la piedra sobre la cual se
edifica pero sí lo es por su confesión. Esto lo demostraremos más adelante en
este estudio. Pero lo del cambio no es correcto.
Como
hemos visto el argumento del cambio se utiliza para darle más fuerza al primado
de Pedro pero como hemos observado esto nunca ocurrió. Si el apodo de Simón
fuera tan importante, ¿por qué Jesús, en los momentos de más cercanía con
Pedro, le llamó casi exclusivamente por su nombre original Simón?
“Llegado
Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos:
«¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que
Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú
eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo:
«Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la
carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo
que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los
Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que
desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»” Mateo 16,13-19
Es importante notar que cuando Pedro
responde la pregunta de Jesús sobre su identidad "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
Hombre?" Pedro
contesta;"Tú
eres el Cristo." Después
Jesús, usando las mismas palabras "TÚ ERES", también trata la identidad de
Simón: "Y
yo a mi vez te digo que tú eres Pedro". Como hemos visto
anteriormente cuando Dios cambia el nombre corresponde a su nueva identidad.
Aquí el nombre de Pedro corresponde a su nueva identidad "piedra". Si
no es así, ¿por qué cambiar su nombre?
Si observamos el contexto del pasaje vemos que el personaje
principal es Jesucristo. Observen también que Jesús comienza la conversación
preguntando a los discípulos quién dice
la gente que era ÉL. Los discípulos mencionaron lo que se decía de
Él. Cuando Cristo preguntó quién ellos
creen que es Él Simón recibe
la revelación de lo alto e inmediatamente dice al Señor “Tú eres el Cristo, el Hijo de
Dios vivo”. Nótese
que Cristo es el centro en todo momento.
Esta es la razón de por qué Pedro recibe su apodo.
Porque confiesa que ÉL es el Cristo,
el Hijo del Dios Vivo. Nos debería hacer pensar entonces el hecho de que de
todas las veces que Jesús se acerca a Simón, es en este momento que entonces le
llama Pedro justo después de la confesión.
B.
Pedro, la "piedra"
Muchos cristianos no-católicos no creen
que Pedro sea la piedra, y para eso utilizan varios argumentos:
Argumentan que Jesús mismo es la piedra.
Afirman que Jesús se refería a sí mismo cuando decía "sobre esta piedra edificaré mi iglesia", por lo que implican que no se refería
a Pedro ya que en griego Pedro (Petros) y roca (petra) son palabras diferentes: "Tu eres
"Petros"… y sobre
esta "petra" edificaré mi iglesia.
Este argumento es inválido. Jesús habló en
arameo y no en griego, y en este idioma no existe tal distinción. Jesús hubiera
dicho en arameo "Tu
eres Kefa/Cefas y sobre este Kefa/Cefas" edificaré mi iglesia".
A este punto muchos alegan que al hacer la
traducción al griego se hubiera notado la diferencia pero esto no era posible
debido a que PETRA es de género femenino en griego y no se podía asignar a un
hombre un nombre de mujer. Por eso cuando se escribe el evangelio y el
evangelista tiene que traducir Cefas en vez de decir PETRA ("piedra en
español") masculinizó el nombre: PETROS (Piedro).
Otro argumento es que solo Dios es llamado
"Roca o "Piedra" y por lo tanto un hombre no lo puede ser. Pero
ya hemos visto que nosotros mismos somos llamados piedras en 1 Pedro 2,5, sin
contar que Dios también llamó a Abraham, la piedra en Isaías:
“Prestadme
oído, seguidores de lo justo, los que buscáis a Yahveh. Reparad en la peña de
donde fuisteis tallados, y en la cavidad de pozo de donde fuisteis excavados.
Reparad en Abraham vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo
era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué.” Isaías 51,1-2
Concluyendo, Jesús no dijo "sobre mí,
edificaré mi iglesia", hubiera sido redundante, en caso de querer decir
esto diría "sobre mi edificaré la Iglesia". Tampoco dijo "sobre
la confesión de Pedro" edificaré mi Iglesia". Tenemos que ser
honestos con la Biblia y no añadir palabras.
¿Por qué Pablo siguió llamando a Pedro CEFAS si no lo era? (Gálatas 2,9 entre otros). Si Mateo quería que entendiéramos que Jesús era la Roca, ¿por qué no lo clarificó? Porque lo claro es que era Pedro.
¿Por qué Pablo siguió llamando a Pedro CEFAS si no lo era? (Gálatas 2,9 entre otros). Si Mateo quería que entendiéramos que Jesús era la Roca, ¿por qué no lo clarificó? Porque lo claro es que era Pedro.
Este argumento consiste en tres partes principales que
discutiremos a continuación. Las primeas dos serán discusiones de los idiomas
bíblicos como preámbulo, y luego damos respuesta al argumento citado.
1.
El Arameo – el planteamiento del arameo es interesante y no debe ser rechazado
porque es perfectamente coherente que Jesús y los discípulos siendo judíos
hebreos hablaban arameo. Entonces, si hablaron arameo debió también existir el
evangelio de Mateo (quien también era hebreo) en arameo. El NT contiene frases
y palabras arameas que discutiremos más adelante en este estudio.
Pero para los protestantes este argumento no es
suficiente para utilizarlo como evidencia concluyente. Es aquí donde tenemos
que poner los hechos en balanza:
a.
No sobreviven copias de algún Mateo arameo, porque el material en dicho idioma bien
pudo ser muy escaso. Si este idioma hubiese sido abundante, sería perfectamente
coherente pensar que igual sería el número de copias del evangelio en ese
idioma. Pero nada de eso se puede probar concluyentemente. Es por eso que
creemos que si bien Jesús y sus discípulos hablaron tal dialecto, no obstante,
era muy escasamente.
b.
La traducción del AT que se utilizaba y de la cual citaban en ese tiempo en la
inmensa mayoría de los casos era la Septuaginta, también conocida como la
“Traducción de los Setenta o LXX”. Ésta es una traducción del AT hebreo al GRIEGO. Y de la ella sí tenemos copias.
La razón principal de la existencia de LXX fue la necesidad de tener el AT a tal
idioma debido a que el griego se convirtió en la lengua oficial del imperio y
llegó a formar parte muy importante de la idiosincrasia de todos los pueblos a
tal grado que los idiomas originales de ellos pasaron a segundo plano.
Esto se evidencia en la carta de Pablo a los Romanos que
se escribió, no en el latín de ellos, sino en el griego de todos. También, la
carta a los Hebreos fue escrita para judíos de Palestina que como dice su
título eran hebreos, sin embargo fue escrita en griego y los pasajes del AT que
se citan en dicha epístola son de la Septuaginta casi en su totalidad.
El hecho de la necesidad se acentúa más cuando
analizamos los cuidados extremos con los que los judíos copiaban o traducían un
texto. Recordemos que en ese tiempo (siglo 3 al 2 a.C.) no existía la imprenta
así que todo el AT se tradujo a mano. La leyenda dice que fueron setenta
hombres que tradujeron esta masiva colección de libros. Pero aún siendo
setenta, traducir solo el libro de los Salmos debió ser una tarea monumental.
Imagínese todo el AT. Gran necesidad, diríamos.
c. Una
lectura cuidadosa del NT revela que a través de los Evangelios y varias de las
epístolas se incluyen frases y transliteraciones arameas tales como: Elí, Elí, ¿lama sabactani? de Mat. 27:47 y Mar. 15:34, Talita cumi de Mar. 5:41, Efata de Mar. 4:34, Maranatha de 1 Cor. 16:22, Abba
de Mar. 14:36, Rom. 3:15, Gál. 4:6 y por supuesto Cefas (Kefas) Jua. 1:42, 1Cor.
1:12, 1Cor. 3:22, 1Cor. 9:5, 1Cor. 15: 5, Gál. 2:9. Sin embargo la evidencia
del arameo como una lengua muy poco hablada en el tiempo de Jesús resalta, por
ejemplo, en lo que la Biblia registra acerca de la inscripción que pusieron en
la cruz donde crucificaron a Cristo:
Juan 19:19 Escribió también Pilato un título, que puso
sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.
19:20 Y muchos de los judíos leyeron este título;
porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el
título estaba escrito en hebreo, en
griego y en latín.
Otra evidencia que debilita el argumento del arameo es la llamada
“pared intermedia de separación” que Pablo menciona en Efesios 2:14:
Porque
él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación,
Según el historiador judío Josefo en estas paredes habían unas
inscripciones de advertencia a los gentiles para que no pasaran so pena de
arresto e inclusive muerte. Estas inscripciones estaban escritas, unas en
griego y otras en latín (Guerras 5.5.2).
Esta es una clara pista de cuáles eran los idiomas más hablados de
entonces. Si el arameo fuese tan común también hubieran incluido la frase de la
inscripción en dicho idioma.
Otra evidencia de la escasez del arameo se encuentra en las palabras
de Cristo en la cruz:
Mateo 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran
voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama
sabactani? Esto es: Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has desamparado?
Vean la reacción de los presentes cuando Cristo dijo estas palabras:
27:47 Algunos de los que estaban allí decían, al
oírlo: A Elías llama éste.
27:49 Pero los otros decían: Deja, veamos si viene
Elías a librarle.
Sin embargo está claro que Jesús no llamaba a Elías sino que clamaba
al padre preguntándole por qué lo había desamparado, lo que claramente nos dice
que ninguno de los testigos de la crucifixión ni entendían ni conocían el
arameo. No podemos perder de vista que los judíos hebreos creían a una
tradición que decía que se podía invocar a Elías en momentos de dificultad. Sin
embargo, está claro que Jesús rechazaba las tradiciones y leyendas judías
(Marcos 7:8, 9 y 13). Por lo que está claro que ningún judío presente en ese
evento no sabía ni entendía el arameo.
Además de las frases y palabras arameas ya mencionadas,
en el evangelio de Mateo podemos encontrar otras que son: amén, pascua, corbán,
mamón (riquezas), raca (necio), Gólgota, etc.
La pregunta que surge entonces es: si Mateo utiliza tantas palabras
arameas, ¿por qué no transliteró las palabras arameas directamente desde el
evangelio “original” del cual estaba “traduciendo”? Noten cómo el nombre arameo
Cefas encaja perfectamente en la sintaxis tanto en el castellano como en el
griego:
…tú eres Cefas, y sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia…
…σὺ εἶ Κηφᾶσ, καὶ ἐπὶ τoutw τw Κηφᾶ οἰκοδομήσω μου τὴν ἐκκλησίαν…
(también pudo escribir "tw Κηφᾶ toutw ")
Hubiese sido perfectamente coherente por parte de Mateo
hacer las transliteraciones también ahí.
Como cuestión de hecho, ninguno de los evangelistas con excepción de Juan (solo una vez en 1:42) translitera el nombre arameo de Pedro, Cefas. Cabe mencionar también que en todo el NT Cefas se utiliza seis veces: una por Juan y las otras cinco por Pablo aunque éste último también utiliza cinco veces el nombre griego Pedro. Sin embargo el nombre Pedro en el NT se utiliza ciento ochenta y siete veces. Noten de nuevo como esto nos da una clara idea de lo dominante que era el griego y lo tenue del arameo en aquel tiempo.
Todo esto nos hace pensar en lo poco probable que hubiese
sido, que de todo lo que Jesús pudo haber dicho en arameo, hubiese pronunciado
las palabras específicas de Mateo 16:18 en tal dialecto. El griego es mucho más
probable aquí. Nadie puede garantizar lo contrario y de hacerlo sería solo en
base a una teoría.
Dicho lo anterior, pasemos a discutir el griego.
2.
El Griego – Todo el mundo sabe que el idioma en que tenemos el evangelio de
Mateo es en griego. El griego era el idioma oficial del imperio y el que la
inmensa mayoría de la gente hablaba y escribía en abundancia. El NT se escribió
en un tipo de griego llamado “Koiné” o “vulgar”, en otras palabras, “sencillo”.
Y como ya se mencionó, la traducción del AT que ellos utilizaban y de la que
más citaban era en griego.
En el capítulo dieciséis verso dieciocho se utiliza la
palabra griega Petros, Pedro (Tu eres Pedro…).
Luego en ese mismo verso se utiliza la palabra Petra, Roca (…y sobre esta Roca…). Los protestantes defendemos la
postura de que Petros y Petra son dos palabras completamente diferentes.
Discutamos las razones:
a. Petros – El significado del nombre Petros
(Piedra) no es problema para los protestantes pues el uso que se le da en todo
el NT es únicamente como nombre propio más de ciento ochenta veces. Cristo le
asignó este apodo ya que él sería una de las primeras piedras colocadas sobre
el fundamento Jesús y por su confesión de que Jesús es el Cristo, Hijo del Dios
vivo. Dios le reveló a Pedro la verdadera identidad del Hijo y éste le dice que
sobre esa gran verdad se edificaría la iglesia. Y esa Verdad es Jesucristo
(Juan 14:6).
Es importante puntualizar que la palabra
petros no fue inventada por Cristo para usarlo de sobrenombre para Simón. La
palabra griega ya existía y era usada mucho antes de ser empleada como apodo
para Pedro. No olvidemos que la traducción del AT que se usaba en el tiempo de
Cristo era la Septuaginta, escrita en griego. Esta traducción contiene los
libros llamados “deutero canónicos”. En estos libros encontramos el verdadero
significado de la palabra petros:
2 Macabeos 1:16 Abrieron la puerta secreta del techo y a pedradas aplastaron al jefe; le descuartizaron, y cortándole la
cabeza, la arrojaron a los que estaban fuera.
2 Macabeos 4:41 Al
verse atacados por Lisímaco, unos
tomaron piedras, otros palos y unos terceros tomaron en sus manos brasas
que allí había y todos juntos se lanzaron en medio de la trifulca contra la
gente de Lisímaco,
Como pueden observar en el texto de 2
Macabeos 1:16 y 4:41, la palabra que se traduce a piedra es petrous (plural)
utilizada para referirse una piedra pequeña que se podía recoger y lanzar.
Interesantemente, existe otra palabra griega también utilizada en los deutero canónicos para referirse a una piedra pequeña que se podía recoger y lanzar:
1 Macabeos 2:35-36
Asaltados al instante, no replicaron ni arrojando piedras ni atrincherando sus cuevas. Dijeron:
En este texto la palabra griega es lithos, también
utilizada para una piedra que se podía lanzar. Como todos saben, en el NT
lithos se refiere a una piedra más pequeña que petra. Con esto se demuestra que
petros se utilizó como sinónimo de lithos y no de petra. Cristo sabía esto muy
bien y los primeros cristianos debieron conocer todo esto.
b. Petra – Significa Roca. En el NT se
utiliza dieciséis veces. Lo primero que salta a la vista cuando se analiza el
uso que se le dio a esta palabra es que en todo el NT no se aplica a otra
persona que no sea Jesús (figuradamente, claro está).
Usos literales: Mat. 27:60 y Mar. 15:46 de un sepulcro,
Luc. 8:6 y 13 parábola sembrador, Mat. 27:51 las rocas se partieron, Apoc.
6:15-16 “decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros”. Siete veces
en total.
Usos
comparativos: en estos casos Jesús se compara con una roca. Mat. 7:24-25,
Luk. 6:48 (dos veces) casa sobre la roca. Tres veces total. En estos textos,
cuando Jesús habla de “sus palabras”,
utiliza el griego “logos”. Sabemos
por Juan 1:1 que ese logos, o esa la palabra es Jesucristo mismo.
Usos
figurados:
Mat. 16:18, Rom. 9:33, 1Co. 10:4, 1Pe. 2:8 (dos veces). Cinco veces en total. Nótese
que en todos estos casos combinados con los usos comparativos se aplica esta
palabra solo a Cristo.
3. Isaías 51:1-2: “Prestadme
oído, seguidores de lo justo, los que buscáis a Yahveh. Reparad en la peña de donde fuisteis tallados, y en
la cavidad de pozo de donde fuisteis excavados. Reparad en Abraham vuestro
padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo era cuando le llamé, pero le
bendije y le multipliqué.”
Los proponentes
católicos arguyen que en ese texto se le está llamando piedra a Abraham, es
decir, esta palabra se le aplica también a hombres como, dicen ellos, a Pedro
en Mateo 16:18. Este argumento es débil y les mostramos la razón:
¬ [HINT]
Isaiah 51:1 שׁמעו אלי רדפי, צדק,
מבקשׁי יהוה: הביטו אל צור H6697 [Tsur] חצבתם, ואל מקבת בור נקרתם׃
Como ven, la realidad
es que la palabra hebrea que se utiliza aquí (Tsur) como figura no se le aplica
a hombre alguno en el AT:
Deu 32:4 El es
la Roca [Tsur], cuya obra es
perfecta, Porque todos sus caminos son
rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna
iniquidad en él; Es justo y recto.
Isa 44:8 No
temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo
dije? Luego vosotros sois mis testigos. No
hay Dios [Tsur] sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.
Hab 1:12 ¿No
eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh
Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca [Tsur], lo fundaste para castigar.
Como estos podemos citar más ejemplos pero aquí se establece que a
Dios-Roca se le asigna la palabra hebrea Tsur la que nunca se aplica a hombre
alguno.
Los apologetas católicos, al encontrarse con esto pasan a citar el
pasaje de Isaías 51 en el griego de la Septuaginta:
Isa 51:1 ακουσατε μου οι διωκοντες το δικαιον και ζητουντες τον κυριον εμβλεψατε εις την στερεαν πετραν [petran] ην ελατομησατε και εις τον βοθυνον του λακκου ον ωρυξατε
Aquí el griego utiliza petra, la cual dicen ellos, es la palabra que
se aplicaría a Pedro en Mateo 16. Sin embargo este argumento es incorrecto.
Cuando analizamos el uso de la palabra Petra en la Septuaginta y el NT nos
encontramos con el mismo patrón que Tsur: la Petra es Cristo y no un hombre.
Veamos aquellos pasajes del AT que profetizan y prefiguran al Cristo del NT:
Isaías
8:14 Entonces él será por santuario; pero a las
dos casas de Israel, por piedra para
tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de
Jerusalén.
[HINT]
Isaiah 8:14 והיה למקדשׁ ולאבן נגף [Tsur] ולצור מכשׁול לשׁני בתי ישׂראל לפח ולמוקשׁ ליושׁב
Isa 8:14 και εαν επ αυτω πεποιθως ης εσται σοι εις αγιασμα και ουχ ως λιθου προσκομματι συναντησεσθε αυτω ουδε ως πετρας [petras] πτωματι ο δε οικος ιακωβ εν παγιδι και εν κοιλασματι εγκαθημενοι εν ιερουσαλημ
Como notan, Tsur-Petra aquí no es otro que el Cristo del NT. Vea Romanos
9:33, 1 Ped. 2:8.
Ahora bien, en la figura de la peña de la cual brota
agua (figura del agua que brota del costado de Jesús) vemos lo mismo:
Éxodo
17:6 He aquí que yo estaré delante de ti allí
sobre la peña en Horeb; y golpearás
la peña, y saldrán de ella aguas, y
beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.
[HINT]
Exodus 17:6 הנני
עמד לפניך שׁם על [Tsur] הצור בחרב והכית בצור [Tsur]
, ויצאו ממנו מים ושׁתה . העם ויעשׂ כן משׁה לעיני זקני
Éxo
17:6 οδε εγω εστηκα προ του σε εκει επι της πετρας [petras]
εν χωρηβ και παταξεις την πετραν [petran] και εξελευσεται εξ αυτης υδωρ και πιεται ο λαος μου εποιησεν δε μωυσης ουτως εναντιον των υιων ισραηλ
Por lo tanto, si Cristo es Tsur-Petra en el AT, entonces Cristo es la
Petra del NT. Ocurre lo mismo en ambos testamentos: Petra no se aplica a
hombres. Por lo tanto, en Isaías 51:1 Abraham no es la
Petra sino Dios. En Isaías 51:2 Abraham es descrito como padre de muchedumbre de gentes. Eso es lo que
su nombre significa (Gén. 17:5).
Entonces, como pequeña conclusión podemos decir que ni en el uso que
le dan los escritores a las palabras que se han discutido ni en el pensamiento hebreo
la palabra roca representaba a un hombre sino solo a Yahvéh y a Cristo. La
Biblia no da base para creer que Petra se aplique a ningún hombre ni en Isaías
51:1 ni en Mateo 16:18.
Por lo que, aún si concedemos a los proponentes católicos el argumento
del arameo como todo un hecho, esto no probaría en nada que la Petra de Mateo 16:18
sea Pedro. Es por eso que tenemos nuestras reservas ante el planteamiento de
que el Mateo griego es una “traducción” del arameo. Lo más probable es que
Mateo redactó una versión griega independiente de su evangelio basado en la
Septuaginta, que era la traducción que se utilizaba, donde explica que aunque
en arameo se utiliza la misma palabra kefa, el griego la aclara utilizando dos
palabras que son evidentemente diferentes.
Tomando en consideración el uso de petros (piedra pequeña) y petra
(roca grande) ya estudiados tenemos que concluir que es imposible que petros
sea sinónimo y masculino de petra. Los que argumentan de otra manera lo hacen
partiendo de una premisa errada por demás.
Ahora bien, otro argumento que se esgrime
para tratar de darle fuerza a primado de Pedro en base al texto de Mateo 16:18
es:
La palabra griega que se emplea para
"esta piedra" el adjetivo demostrativo, caso dativo TAUTEE con el
artículo TEE para mostrar la fuerza implicada en la cualidad demostrativa. Del
griego esta frase puede ser traducida "ESTA MISMA". Por lo que Mateo
16,18 dice: "Tu eres Pedro y sobre ESTA MISMA PIEDRA edificaré mi iglesia.
Con el uso de TAUTEE es claro que Jesús está hablando de la misma piedra que
acaba de mencionar.
Existen otros pasajes en el Nuevo Testamento donde la regla gramatical que se menciona aquí aplica perfectamente. Veamos los casos:
Existen otros pasajes en el Nuevo Testamento donde la regla gramatical que se menciona aquí aplica perfectamente. Veamos los casos:
Lucas 21:23 Mas ¡ay de las que estén encintas, y de las que
críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.
Aquí, la frase “sobre este pueblo” en griego es επι τον θεμελιον
τουτον, que traducido literalmente diría “sobre
el pueblo este”. De esa manera, el artículo
“este” apunta al “pueblo” que se acaba de mencionar.
Veamos otro ejemplo:
Mateo 21:44 Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y
sobre quien ella cayere, le desmenuzará.
Otra vez podemos ver que en el griego (επι τον λιθον τουτον), el artículo “touton” apunta al sustantivo
que la precede (lithon). Veamos ahora un ejemplo con un sustantivo femenino:
Mateo 23:36 De cierto os digo
que todo esto vendrá sobre esta
generación.
Aquí “sobre esta generación” viene del griego την γενεαν ταυτην, confirmando una vez
más la regla que el apologista expone. Sin embargo, en el caso de Mateo 16:18
dicha regla no aplica por varias
razones.
Primero,
Mateo 16: 18 es una oración compuesta, es decir, que en la misma oración se
comunican tres pensamientos lógicamente conectados, o dicho de otra forma, se
compone de tres clausulas (aquí solo discutiremos las primeras dos que son las
que nos competen en el análisis):
A. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, ( καγω
δε σοι λεγω οτι συ ει πετρος)
Y (και) es la
conjunción que conecta la clausula A con B.
B. sobre esta roca edificaré mi iglesia (επι ταυτη τη πετρα
οικοδομησω μου την εκκλησιαν)
Como pueden observar, el pronombre ταυτη (taute) y el artículo τη
(te) están en la segunda clausula, donde también está Petra. Esto hace
imposible conectarlos con Petros, que está en la primera clausula.
Lo segundo se
deduce por pura lógica. Como vimos en los ejemplos anteriores, cuando el sustantivo
es masculino, el pronombre y el articulo tienen que ser masculinos como en
Mateo 21:23 donde el masculino lithos lleva el pronombre masculino τουτον (touton) y el articulo τον (ton), también masculino. Cuando el
sustantivo es femenino también lo son el pronombre y el articulo como en el
caso de Mateo 23:36 donde el femenino γενεαν
(generación) lleva el pronombre y el artículo femenino (τη -
te y ταυτη - taute).
De este modo, en Mateo 16:18 Petros (Pedro) es masculino y
Petra (Roca) es femenino por lo que lógicamente ταυτη τη, siendo pronombre y articulo femeninos
tienen que corresponder a Petra y no a Petros. Si aplicamos la regla que el
argumento católico propone en este versículo entonces también tendríamos que
aceptar como correcto decir por ejemplo “esta
niño” o “este niña”, lo cual no
tiene ninguna lógica, y es un gran disparate.
De manera que, combinando la separación de clausulas y el
género en el que se escribió el pronombre y el artículo, además de que Petra no
se aplica en la Biblia a NINGÚN hombre, se excluye completamente la posibilidad
de aplicar en Mateo 16:18 el que Jesús
está hablando de la misma piedra que acaba de mencionar.
C.
La construcción de la iglesia.
Muchos cristianos no católicos argumentan
en base a los siguientes pasajes 1 Pedro 2,4 que Jesús es la Piedra y por lo
tanto Pedro no lo puede ser:
“Pues
nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo.” 1 Corintios 3,11
“Acercándoos
a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios,
también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio
espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos
a Dios por mediación de Jesucristo.” 1 Pedro 2,4-5
Sin embargo erróneamente están mezclando
las metáforas. En la primera carta a los Corintios, Pablo es el constructor y
Cristo la base; en Mateo, Jesús es el constructor y Pedro la roca base. Similarmente
a pesar de que en el pasaje de corintios Cristo es el cimiento en otra metáfora
la Iglesia está cimentada sobre los apóstoles y Cristo es aquí la piedra
angular:
“edificados
sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo
mismo,” Efesios 2,20
La piedra angular es la última piedra que
se coloca en la construcción y es la que mantiene trabada a todas las demás.
Por eso, podemos decir que Cristo es la piedra angular, Pedro la piedra “sobre”
la que se edifica la Iglesia y nosotros somos piedras vivas que
conformamos el resto del edificio espiritual. El error de los no católicos es
no entender la función de cada piedra en la composición de este edificio
espiritual que es la Iglesia y el no poder diferenciar entre “piedra angular” y
“piedra sobre la que se edifica”.
Dividiremos este argumento por partes para facilitar el
análisis:
1.
La piedra angular – los protestantes estamos de acuerdo con lo que dice el
argumento católico acerca de la piedra angular. Ésta es la última piedra que se
coloca en la parte superior para fijar o dar soporte a las demás. Esto
demuestra que Cristo es la única cabeza de la iglesia (Mat. 21:42, Mar. 12:10,
Luc. 20:17, Hch. 4:11, Efe. 2:20, 1Pe. 2:6-7).
2.
El fundamento – todos sabemos que el fundamento es la base o el cimiento sobre
el cual se levanta un edificio. Esta es la parte donde los protestantes
diferimos del argumento católico. Las reglas de hermenéutica y exegesis nunca
prohíben mezclar metáforas. Por el contrario, si los pasajes que se analizan
hablan del mismo asunto es mandatorio confrontarlos para entonces llegar a una
conclusión más correcta. Veamos lo sencillo que es:
a. 1
Cor. 3:11 dice que el UNICO fundamento es Jesucristo. No hay otro. En el verso
anterior dice que Pablo puso este fundamento. Por lo tanto podemos comparar
este texto con Efesios 2:20 donde se habla del fundamento de los apóstoles.
Allí NO dice que el fundamento SON los apóstoles sino que ellos pusieron el
fundamento tal como Pablo hizo a los Corintios. Así que poniendo 1Cor. 3:10-11
y Efe. 2:20 en paralelo tenemos que concluir que si Cristo es el UNICO
fundamento y nadie puede poner otro, entonces los apóstoles son los que ponen a
Cristo como ese fundamento sobre el que se construye la iglesia. El error es descuidar
lo que Pablo claramente dice en el pasaje de Corintios: NO HAY OTRO
FUNDAMENTO.
Entonces, cuando ponemos 1 Cor. 3:10-11, Efesios 2:20 en
paralelo con los pasajes que hablan de Cristo como la Piedra angular tenemos
que concluir que Cristo es tanto el fundamento como la piedra angular de la
iglesia. Ese pensamiento viene desde el AT. Veamos:
Pedro dice: Por lo cual
también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del
ángulo, escogida, preciosa; Y el que
creyere en él, no será avergonzado. 1 Pedro 2:6.
En este pasaje el apóstol Pedro está citando a Isaías 28:16:
por
tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra
probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.
Isaías profetizó siglos antes de la llegada de Cristo que ÉL sería
fundamento (1 Cor. 3:10-11), piedra angular (Efesios 2:20, 1Pe.
2:6-7), y cimiento estable inconmovible (Mat 16:18), características que no se
pueden adjudicar a hombre alguno porque pertenecen solo a Jesucristo. Es decir,
el mismísimo Pedro, con la cita de Isaías 28:16, está concediéndole a Cristo
las cualidades que los apologetas católicos quieren concederle a él. Se
equivoca la Biblia o ellos.
D. Las
llaves (Mat. 16:19)
Mateo 16:19 “A
ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra
quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en
los cielos.»”
Resumiendo la postura católica sobre este verso se
dice que solo Pedro recibió las llaves por lo tanto, aunque el poder de atar y
desatar fue dado también a los demás discípulos, estas llaves denotan un poder
mayor que no es compartido con el resto.
Luego utilizan los siguientes ejemplos del AT para darle
más fuerza al argumento de las llaves de Pedro:
Génesis 39:4 “Así
halló José gracia en sus ojos, y servíale; y él le hizo mayordomo de su casa, y
entregó en su poder todo lo que tenía.”
Isaías 22:20-25 “Aquel
día llamaré a mi siervo Elyaquim, hijo de Jilquías. Le revestiré de tu túnica,
con tu fajín le sujetaré, tu autoridad pondré en su mano, y será él un padre
para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré
la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará,
y nadie abrirá.
Acerca de este último explican que este
pasaje refleja perfectamente lo que significaba tener “las llaves”, que
implicaba tener autoridad conferida por el mismo rey “tu autoridad pondré en
su mano”, también era un padre espiritual para el pueblo “será un padre para los
habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá”, y su autoridad le
confería el poder de legislar y tomar decisiones que no podían ser revocadas
por persona alguna “abrirá
y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá”.
También explican que el mayordomo tenía muchas
funciones, su autoridad era reconocida por todos porque representaba al rey, y
su autoridad era conferida por él. El mayordomo es a quien se le encargaba
abrir y cerrar la puerta del palacio (es decir todas las oficinas de los
ministros), manejar todos los asuntos de reino, sellar o no todos los
documentos importantes y cuidar el tesoro del rey (Isaías 22:15) El hacía el
papel del portero (Marcos 13:32-34). El tenía la autoridad dentro de la casa de
ser el administrador y ser el que enseña.
A esto los apologetas católicos concluyen:
Pedro al recibir las llaves del reino de
los cielos y el poder de atar y desatar en Mateo 16,19 sabía que se refería a
asuntos legales y religiosos del pueblo de Dios. Se trata de doctrina
(enseñanzas) y del poder de tomar decisiones, de declarar lo que está permitido
y lo que está prohibido. Solo Pedro (y sus sucesores) quedaron al cuidado de
las llaves de Jesús, a ellos corresponde la interpretación de la ·Escritura y
la última palabra en cuestión de dogmas de fe.
Otros textos que utilizan:
Juan 21:15-17 “Después
de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que
éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me
amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?»
Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.”
Lucas 2:,31-32 “«¡Simón,
Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he
rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto,
confirma a tus hermanos.»”
Por último utilizan los siguientes versículos para
demostrar que Dios siempre ha tenido personas escogidas para regir su pueblo y
quien a ellos escuchaba, a Dios mismo escuchaba; y el que los rechazaba recibía
la ira de Dios.
Éxodo 18:13 “Al
día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo ante
Moisés desde la mañana hasta la noche.”
Números 26:9 “…Estos
Datán y Abirón eran famosos en la comunidad y se rebelaron contra Moisés y
Aarón con la cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra Yahveh.”
El resultado fue que se los tragó la tierra con todos
los que le siguieron:
Deuteronomio 11:6 “lo
que hizo con Datán y Abirón, hijos de Eliab el rubenita, cuando la tierra abrió
su boca y los tragó en medio de todo Israel, con sus familias, sus tiendas y
todos los que les seguían.”
En resumidas cuentas el argumento
católico dice que las llaves conferidas a Pedro denotan poder para gobernar la
iglesia y que las decisiones del portador de esas nadie las puede revocar. Por
lo tanto a Pedro se le otorgó la prerrogativa de regir los destinos de la
iglesia. Y al que escuche al papa escucha al mismo Cristo.
Pasemos entonces a explicar las
debilidades de estos argumentos.
1. El uso de la figura de las
llaves en la Biblia – Esta es una de las
principales debilidades en el argumento católico. Aplican el significado que se
les da a las llaves en un texto a todos los casos donde se mencionan. Se
utilizan las llaves que se le entregan a Eliakim en Isaías 20 y les aplican el
mismo significado de gobierno en Mateo 16:19. Pero un análisis más cuidadoso de
la aplicación de las llaves nos dice que no es el caso.
a.
Uso literal
– un ejemplo del uso literal que se hace a las llaves lo vemos en Jueces
3:25:
Y
habiendo esperado hasta estar confusos, porque él no abría las puertas de la
sala, tomaron la llave y abrieron; y he aquí su señor caído en tierra, muerto.
b. Soberanía – las llaves que caen
en esta categoría pertenecen solamente a Cristo:
Apocalipsis
1:18 y el
que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos,
amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Apocalipsis
3:7
Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el
Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y
cierra y ninguno abre:
c. Mayordomía y gobierno – los
casos del AT que se citan caen en esta categoría. Génesis 39:4 e Isaías 22:20-25
son ejemplos perfectos en los que podemos decir con toda seguridad que
significan gobierno y mayordomía pues tanto a José como a Eliakim se les
entregó el poder para gobernar a todo un pueblo.
d. Poder para permitir o negar
acceso – en esta categoría están Apocalipsis. 9:1 y 20:1.
e.
Llaves de
la ciencia - Ahí el contexto indica el negarle el
verdadero conocimiento a las personas enseñando en su lugar uno falso,
cerrándoles así las puertas de los cielos (Mat. 23:13).
Ahora bien, las llaves que se
mencionan en Mateo 16:19 son descritas como “las llaves del reino de los
cielos”. Los protestantes no tienen problema con el hecho de que las llaves
indiquen mayordomía. Éstas pueden incluso significar poder. Y aquí es donde viene
la pregunta, ¿Cuál es ese poder que Pedro aplica a través de las llaves?
1. Pedro fue pionero en abrir las
puertas del cielo a los gentiles. Véase el capitulo dos de Hechos donde Pedro
pronuncia su primer gran discurso. También es Pedro quien le abrió las puertas
de los cielos a Cornelio y los de su casa (Hechos 10).
2. Pedro
es quien toma la iniciativa de volver a completar el grupo de los 12:
“En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los
reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era
necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes
por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús,
y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Es necesario,
pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo
que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo
de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea
hecho testigo con nosotros, de su resurrección”. Hechos 1,15-17.21-22
No obstante, cuando vemos los versículos que siguen
vemos que no fue Pedro quien escogió al sustituto de Judas. Fueron los
apóstoles en conjunto:
Y señalaron
a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y
orando, dijeron: Tú, Señor, que
conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido, para que tome la parte de este ministerio y
apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio
lugar. Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con
los once apóstoles. Hechos 1:23-26.
3. Pedro
es quien hace la primera curación milagrosa luego de la resurrección:
“Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el
nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano
derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos,”
Hechos 3,6-7
4.
Pedro es quien recibe la revelación de que los gentiles fueran aceptados como
cristianos:
“Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío
juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a
ningún hombre llame común o inmundo.” Hechos 10,28
5.
Pedro es quien habla delante del Sanedrín cuando intentan parar la predicación:
“Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del
pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del
beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de
Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó
de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.”
Hechos 4,8-10
Por todo lo anterior no
hay razón para menospreciar la función muy importante que ejerció Pedro a
través de sus llaves. Pero ninguno de estos pasajes demuestra que Pedro haya
ejercido un liderato supremo de gobierno sobre los demás apóstoles ni sobre la
iglesia. Los siguientes pasajes demuestran que aunque Pedro tuvo una innegable
posición de liderato (pues era parte del grupo de los ancianos), él también
estaba subordinado a otros líderes:
Pedro
mismo reconoció lo importante que era mantener informado a un líder:
Hechos
12:16 Mas Pedro persistía en llamar; y cuando
abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.
12:17
Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo
el Señor le había sacado de la cárcel. Y
dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue
a otro lugar.
Además
Pedro sabía bien lo que era seguir órdenes:
Hechos
8:14 Cuando los
apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la
palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y
a Juan;
En
ningún lugar en el NT usted verá a Pedro enviando ni ordenando hacer algo a
nadie como vemos aquí que los apóstoles hicieron con él.
En
el concilio de Jerusalén Pedro hace una muy importante aportación (Hechos
15:7-11). En el v. 12 son Bernabé y Pablo quienes toman la Palabra haciendo
importantes aportaciones también. Pero quien toma la decisión final no es Pedro
sino Jacobo:
Y cuando ellos callaron, Jacobo
respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó
por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y
con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de
esto volveré Y reedificaré el
tabernáculo de David, que está caído; Y
repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de
los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado
mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos.
Por lo cual yo juzgo que no se
inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que
se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de
ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad
quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Hechos
15:13-21
La
Biblia inmediatamente relata que todos los apóstoles estuvieron de acuerdo con
la decisión de Jacobo y enviaron personas a informar a todos los cristianos
sobre la decisión que se tomó. Como ven no fue Pedro solo quien influyó en la
decisión del concilio ni fue quien tomó la decisión final.
Fueron los apóstoles
en conjunto quienes llegaron al acuerdo e implementaron la decisión. Como
vieron, aquí Pedro no está ejerciendo la alegada autoridad suprema ni está
tomando ninguna determinación que nadie puede revocar.
A
menudo los católicos apelan a Gálatas 1 donde Pablo dice:
Después, pasados tres años, subí a
Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no
vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. Gálatas
1:18-19
Luego
explican que:
La palabra visitar, que hemos empleado a falta de otra más exacta, no
reproduce adecuadamente la fuerza del verbo original “historésai”, que
significa conocer de vista, tener una entrevista, visitar por atención y
respeto. Con ello quiere decir San Pablo que deseó conocer personalmente a San
Pedro, ofrecerle sus respetos y hablar detenidamente con él. La manera
indirecta de mencionar, cómo por vía de preterición, el hecho de haber visto
simplemente a Santiago, indica el carácter ocasional de este encuentro y la
importancia secundaria que le atribuía San Pablo. Y esto que Santiago el obispo
de Jerusalén y el hermano del Señor.
Es
cierto que en el verso dieciocho se utiliza la palabra jistoreo (ἱστορέω G2477) que
“denota visitar
con el fin de hacer conocimiento” (Vine).
Strong indica que el vocablo significa “ser conocedor (educado), i.e. (por impl.) visitar
para información (entrevista):-ver”.
Aquí se está formando un
argumento para rebajar el encuentro con Santiago (Jacobo) como una “simple
vista” secundaria inferior a la visita a Pedro. Pero cuando hacemos la misma
exegesis del verso dieciocho en el verso diecinueve vemos el tipo de “vista”
que Pablo hizo a Jacobo realmente.
En
el verso diecinueve se utiliza la palabra eidon (εἰδόν G1492), la cual está “(relacionado con oida, conocer), saber:-percibir,
reconocer, saber, ver, comprender, conocer,
conocido, entender, ignorar, informar,
mirar.”
Esta
palabra se utiliza cuando un gobernante ha sido informado sobre algún asunto:
Hch 24:22
Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado (eidon) de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando
descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto.
Podemos
ver entonces que tanto jistoreo como eidon significan conocer. El primero, con
carácter de entrevista. El segundo con carácter de informar. Es decir que
mientras Pablo fue a conocer a Pedro para entrevista, luego fue a Jacobo para
informar las novedades. En el relato de Gálatas no se ve a un Pedro ordenando
ni decretando nada sino entrevistándose con Pablo. Y esta consulta no demuestra
que Pedro haya sido jefe ni nada parecido.
Esto
encaja perfectamente con otro pasaje del libro de Hechos donde se relata que
Pablo le rindió cuentas de todo a Jacobo:
Hechos 21:17 Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos
recibieron con gozo.
21:18 Y
al día siguiente Pablo entró con nosotros a
ver a Jacobo, y se hallaban reunidos
todos los ancianos; (el texto griego literalmente dice
que fueron primera y directamente hacia Jacobo)
21:19 a
los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que
Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.
21:20
Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves,
hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por
la ley.
21:21
Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos
que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no
circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.
21:22
¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has
venido.
21:23
Haz, pues, esto que te decimos:
Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
21:24
Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se
rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les
informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la
ley.
21:25
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se
abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de
fornicación.
21:26
Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente,
habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el
cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la
ofrenda por cada uno de ellos.
¿Por qué en vez de ir directamente a Pedro, Pablo
fue primero donde Jacobo?
Este pasaje es prueba de que cuando se tomaba una
decisión irrevocable o se enviaba a alguien a una misión lo hacían los
apóstoles en conjunto con Jacobo como líder. A Pedro se le encomendó velar por
la vida espiritual de la iglesia al pastorearla y apacentarla. Ese es el
mandato que Jesús le da en Juan 21:15-19. Y como se ha demostrado, esto no
significaría que Pedro sería gobernador “supremo” de la iglesia. Esto significa
que él sería líder espiritual de la iglesia como sugieren las llaves que se le
entregaron en Mateo 16:19.
Cuando se mencionan las personas que están a cargo
de la iglesia la Biblia siempre menciona a los apóstoles en conjunto:
1Corintios 12:27-28 Vosotros, pues,
sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios
en la iglesia, primeramente apóstoles,
luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros,
después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don
de lenguas.
Aquí se ve claramente que el primer ministerio no es de un solo hombre
sino de los apóstoles en conjunto.
Es por esto que las llaves que se le entregan a Elyakim (Isaías 20) no
son las mismas que se le entregaron a Pedro. Las del primero indican una clara
mayordomía de gobierno. Las del segundo indican mayordomía espiritual que nada
tiene que ver con gobierno ni con la toma de decisiones que ninguna otra
persona podía revocar. La evidencia que nos da el NT nos indica que esto último
era prerrogativa de otras personas.
La verdad del asunto es que en el NT no existe evidencia de que el
ministerio de Pedro era de naturaleza superior al de los demás apóstoles. Sin
embargo el catolicismo cita otros textos que intentan situar a Pedro en esta
posición superior:
Pedro encabeza todas las listas de los apóstoles
“Los
nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su
hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé;
Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y
Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.” Mateo 10,2-4
“Instituyó
a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a
Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir,
hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de
Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.”
Marcos 3,16-19
“Cuando
se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que
llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a
Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y
Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a
ser un traidor.” Lucas 6,13-16
“Y cuando
llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y
Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes
y Judas de Santiago” Hechos 1,13
En todas las anteriores listas Pedro
siempre es el primero y Judas el último, no puede ser casualidad. Por otro lado
es importante notar que en Mateo 10,2 se dice "primero Simón", no
porque se le mencione primero ya que sería redundante al encabezar la lista,
sino porque estaba primero que los demás apóstoles. Lo mismo puede verse en
otros pasajes donde Pedro va siempre delante de los apóstoles:
“Pero id
a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí
le veréis, como os dijo.»” Marcos 16,7
El hecho de Pedro aparecer primero en las
listas de los evangelistas siendo Judas el último lo que nos indica es el grado
de respeto del que estos gozaban. A
continuación, Mc Carthy puntualiza la posición de Pedro:
“No se
disputa si Pedro desempeñó o no un papel importante durante el ministerio
terrenal de Jesús y de la iglesia primitiva. Como apóstol tenía autoridad. Como
hombre de Dios, era respetado. Era franco, de firmes convicciones y valiente.
En muchas maneras fue la figura dominante entre los apóstoles. Sin embargo, no
hay evidencia de que Pedro gobernara a los apóstoles ni de que ejerciera
autoridad suprema sobre la iglesia primitiva.”
Además de esto añade:
“El papel
importante y a menudo dominante de Pedro entre los apóstoles puede ser la
explicación de que su nombre se mencione primero en las listas. No obstante
dicho orden no puede indicar nada más que Pedro era el más anciano. Los judíos
eran escrupulosos en cuanto a honrar a los más ancianos en dichas listas.” (Mc Carthy
J,G, El evangelio Según Roma, p. 202).
Podemos añadir a esto que cuando a Pedro se
le mencione primero y a Judas último en las listas se está haciendo un
contraste entre el que cayó y se levantó versus el que cayó y quedó en
deshonra. Al Pedro vencer, Cristo le restituye pero al Judas caer recibe la
peor consecuencia. Honra en contraste con deshonra.
La razón del razonamiento protestante es que
más allá de esto, aparecer primero en ciertas listas no demuestra forma alguna
de un liderato supremo ni de gobierno sobre los apóstoles y la iglesia.
Enumeremos
las razones:
1. Ningún
católico discutiría el hecho de que aparecer primero en algunas listas no pesa
más que las obras que se realizan
para adelantar la causa de Cristo. El apóstol Pablo dice:
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en
vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no
yo, sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos,
y así habéis creído. 1Co 15:10-11
Leyendo en
contexto del pasaje aquí citado Pablo simplemente dice que ha obrado más que
todos los apóstoles juntos incluido Pedro. Claro, Pablo lo dice dentro del
contexto de humildad. Por lo tanto aparecer primero en esto o en aquello no tiene
más significado que el trabajo que se realiza en el Señor. Santiago lo afirma:
Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin
tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Santiago 2:18
No queremos con
esto decir nada acerca de la fe pero lo que dice aquí acerca de las obras es
muy significativo.
2. Analizando el pensamiento paulino
nos damos cuenta que para el último de los apóstoles Pedro no era su superior
ni de nadie.
En ninguna de
las ocasiones donde Pablo menciona líderes en la iglesia ubica a Pedro primero.
Quiero decir, que cada uno de
vosotros dice: Yo soy de Pablo; y yo de
Apolos; y yo de Cefas; y yo de Cristo. 1Co. 1:12
sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas,
sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea lo por venir, todo es vuestro, 1Co. 3:22
En estos textos
podemos ver que Pablo simplemente no da importancia al rango que tenían
aquellos a quienes se menciona. Ahora bien, el relato de Gálatas es muy
significativo:
y reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo,
Cefas y Juan, que eran
considerados como columnas, nos dieron a
mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los
gentiles, y ellos a la circuncisión.
Gál. 2:9
Aquí Pablo sí
está poniendo énfasis en la prominencia de los lideres que él menciona y como
pueden observar Cefas sigue a Jacobo, a quien se le rendía cuentas de todo lo
que acontecía en los haberes de la iglesia. Nótese también que Pablo describe a
estos líderes como “columnas”, es decir que para el apóstol estos tres tenían
el mismo nivel de liderato.
Otro
calificativo que Pablo usa con ellos es “los de reputación”:
Pero de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en otro tiempo nada me
importa; Dios no hace acepción de
personas), a mí, pues, los de reputación nada nuevo me
comunicaron. Gál 2:6.
Si para Pablo
Pedro hubiera tenido un puesto superior lo habría mencionado primero en el
orden y le habría calificado mas solemnemente. Pero vemos que para el apóstol
todos estaban en el mismo nivel.
Además, cuando
Pablo se refería a Pedro nunca lo hacía como su superior sino que ponía sus
ministerios en paralelo:
Antes por el contrario, como
vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el
apostolado de la circuncisión, actuó
también en mí para con los gentiles), Gal.
2:7-8.
Conclusión:
Como han podido
notar, un estudio verdaderamente profundo del primado petrino demuestra que las
conclusiones a las que han llegado los apologetas católicos han sido en base a
una exegesis incompleta y mal enfocada en muchas ocasiones. Aquí se ha demostrado
con la Sola Scriptura que el argumento católico no resiste un examen apropiado
y que la Biblia es la que juzga al creyente y a la historia y no al revés.
La ICAR dice que
Pedro es su fundamento. La Biblia dice que Cristo es la Roca y su UNICO
FUNDAMENTO. A Dios sea la Gloria por los siglos.
Para ver más
razones bíblicas que complementan este estudio y responden los argumentos
católicos vea estos artículos:
Respuesta a Y SOBRE ESTA PIEDRA.
Respuesta a CINCO PALABRAS BIBLICAS QUE DEMUESTRAN EL PRIMADO PETRINO.