La WT dice...

«No constituye una forma de persecución religiosa el que una persona diga y muestre que otra religión es falsa [tampoco] el que una persona informada [la] exponga públicamente como falsa... Ciertamente el desenmascararla públicamente es de más valor que exponer la falsedad de un despacho noticioso; es un servicio público más bien que persecución religiosa y tiene que ver con la vida y felicidad eterna del público. No obstante, deja al público libre para escogerLa Atalaya, 15 de mayo de 1964, pág. 304.

"¿Están SUS enseñanzas en completa armonía con la Palabra de Dios, o están basadas en las tradiciones de los hombres? SI SOMOS AMANTES DE LA VERDAD, NO HAY NADA QUE TEMER DE TAL EXAMEN" (La vedad que lleva a la vida eterna - 1968, pagina 13.)

martes, 10 de enero de 2017

¿Es Pedro la roca de Mateo 16:18? Apologética protestante para católicos.


Introducción
El primer argumento que hace un católico cuando se le pregunta por qué cree que la iglesia católica es la única verdadera es el que dice que Cristo puso a Pedro como el primer “papa” haciéndolo así la roca sobre la que se edifica la iglesia. Luego citan Mateo 16:18-19:

“Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»”
Luego explican que:

La autoridad del Papa viene por legítima sucesión de la autoridad que Cristo confirió al apóstol Pedro cuando le designó la piedra sobre la que se edifica su Iglesia y le entregó las llaves del reino de los cielos y la autoridad de atar y desatar

En el siguiente análisis se pretende exponer las razones por las cuales nosotros los evangélicos diferimos de esa postura mediante el análisis minucioso de las Sagradas Escrituras. Exploraremos cada uno de los argumentos principales que hace el catolicismo para defender el primado petrino, luego daremos las razones por las cuales diferimos de tales planteamientos y de paso aclaramos nuestra posición. Aclaramos también que esto no se hace con el fin de retar ni señalar ni ridiculizar a nadie en particular ni crear tensiones de ninguna índole. Así como los católicos defienden su fe nosotros también lo hacemos y en el proceso tratamos de ser sinceros y francos en nuestras posturas como todo el mundo tiene derecho hacer.

A. Mateo 16,18-19

En el pasaje anterior lo primero que debemos notar es que Cristo cambia el nombre a Simón por Pedro (Piedra). Veamos que significa este cambio de nombre. Si estudiamos con detenimiento la Biblia podemos ver que para Dios el nombre es muy importante, ya que cada vez que Dios cambia el nombre a alguien lo hace con un propósito. El nombre corresponde a su nueva identidad, función o ministerio. Veamos varios ejemplos:

A Abram Dios le cambia el nombre por Abraham porque le constituye en padre de muchedumbre de pueblos:

“Cayó Abram rostro en tierra, y Dios le habló así: «Por mi parte he aquí mi alianza contigo: serás padre de una muchedumbre de pueblos. No te llamarás más Abram, sino que tu nombre será Abraham, pues padre de muchedumbre de pueblos te he constituido. Te haré fecundo sobremanera, te convertiré en pueblos, y reyes saldrán de ti.” Génesis 17,3-6

A Saraí (esposa de Abraham) Dios le cambia el nombre a Sara que significa "princesa fecunda", "madre de reyes":

“Dijo Dios a Abraham: «A Saray, tu mujer, no la llamarás más Saray, sino que su nombre será Sara. Yo la bendeciré, y de ella también te daré un hijo. La bendeciré, y se convertirá en naciones; reyes de pueblos procederán de ella.»” Génesis 17,16

A Jacob Dios le cambia el nombre por Israel porque "lucho con Dios y los hombres y venció"
“Dijo el otro: «¿Cuál es tu nombre?» - «Jacob.» - «En adelante no te llamarás Jacob sino Israel; porque has sido fuerte contra Dios y contra los hombres, y le has vencido.»” Génesis 32,28

El nombre de Jesús también tiene un significado:
“Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»” Mateo 1,21 (las negritas son añadidas en este estudio).

Este argumento intenta probar que a Simón se le cambió el nombre. Se procede a comparar la asignación de su  nombre con otros casos que tuvieron lugar en el Antiguo Testamento. Este planteamiento se hace para dar más fuerza al argumento del primado “superior” de Pedro sobre los discípulos y la iglesia. Ahora bien, si miramos con detenimiento los pasajes del AT que se utilizan vemos que en todos sin excepción de ninguno Dios le dice a quien le cambia el nombre que no se llamará mas con su nombre original.

Por otro lado, en el caso de Pedro esto no ocurre. Cuando Jesús le dice que se llamará Cefas nunca le dice “no te llamarás más Simón”, como ocurre en los ejemplos antes mencionados. El Nuevo Testamento no registra cambios de nombre. Por el contrario lo que testifica es que se asignaban sobrenombres:

Mateo 10:3  Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,

Marcos 3:16  a Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;

Lucas 22:3  Y entró Satanás en Judas, por sobrenombre Iscariote, el cual era uno del número de los doce;

Hechos 1:23  Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. 

En la Biblia un cambio es una sustitución. Un sobrenombre es un nombre adicional que se añade al nombre original. Alguno podrá argumentar que a Israel se le continuó llamando Jacob después del cambio pero esto no niega el hecho de que el cambio se efectuó con las palabras de Dios cuando le dijo “no se dirá más tu nombre Jacob”. El uso de su primer nombre después del cambio entonces es referencia al igual que otros casos que se dan en el AT.

Otro detalle que habla en contra del cambio de nombre es que en los momentos más íntimos en los que Jesús le habla a Pedro no lo hace llamándolo como tal:

Marcos 14:37  Vino luego y los halló durmiendo; y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿No has podido velar una hora?

Lucas 22:31  Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; 32  pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Juan 21:15  Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.

16  Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas.

17  Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.

Es interesante ver en el pasaje de Juan 21:15-17 que mientras Cristo le delega a Simón el oficio de pastor y  cuidador de las ovejas no le está llamando Pedro sino que le llama por su nombre original tres veces seguidas. Esto demuestra que en Mateo 16:18 Jesús no le cambia el nombre a Simón sino que le llama por el apodo que se le había asignado anteriormente.

Cabe aclarar, para que no haya malos entendidos, que esto no atenta contra el significado claro que tiene el nombre Pedro ni ningún otro. Él no es la piedra sobre la cual se edifica pero sí lo es por su confesión. Esto lo demostraremos más adelante en este estudio. Pero lo del cambio no es correcto. 

Como hemos visto el argumento del cambio se utiliza para darle más fuerza al primado de Pedro pero como hemos observado esto nunca ocurrió. Si el apodo de Simón fuera tan importante, ¿por qué Jesús, en los momentos de más cercanía con Pedro, le llamó casi exclusivamente por su nombre original Simón?

“Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?» Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.» Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?» Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»” Mateo 16,13-19

Es importante notar que cuando Pedro responde la pregunta de Jesús sobre su identidad "¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?" Pedro contesta;"Tú eres el Cristo." Después Jesús, usando las mismas palabras "TÚ ERES", también trata la identidad de Simón: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro". Como hemos visto anteriormente cuando Dios cambia el nombre corresponde a su nueva identidad. Aquí el nombre de Pedro corresponde a su nueva identidad "piedra". Si no es así, ¿por qué cambiar su nombre?

Si observamos el contexto del pasaje vemos que el personaje principal es Jesucristo. Observen también que Jesús comienza la conversación preguntando a los discípulos quién dice la gente que era ÉL. Los discípulos mencionaron lo que se decía de Él. Cuando Cristo preguntó quién ellos creen que es Él Simón recibe la revelación de lo alto e inmediatamente dice al Señor “Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo”. Nótese que Cristo es el centro en todo momento.

Esta es la razón de por qué Pedro recibe su apodo. Porque confiesa que ÉL es el Cristo, el Hijo del Dios Vivo. Nos debería hacer pensar entonces el hecho de que de todas las veces que Jesús se acerca a Simón, es en este momento que entonces le llama Pedro justo después de la confesión.


B. Pedro, la "piedra"

Muchos cristianos no-católicos no creen que Pedro sea la piedra, y para eso utilizan varios argumentos:

Argumentan que Jesús mismo es la piedra. Afirman que Jesús se refería a sí mismo cuando decía "sobre esta piedra edificaré mi iglesia", por lo que implican que no se refería a Pedro ya que en griego Pedro (Petros) y roca (petra) son palabras diferentes: "Tu eres "Petros"… y sobre esta "petra" edificaré mi iglesia.

Este argumento es inválido. Jesús habló en arameo y no en griego, y en este idioma no existe tal distinción. Jesús hubiera dicho en arameo "Tu eres Kefa/Cefas y sobre este Kefa/Cefas" edificaré mi iglesia".

A este punto muchos alegan que al hacer la traducción al griego se hubiera notado la diferencia pero esto no era posible debido a que PETRA es de género femenino en griego y no se podía asignar a un hombre un nombre de mujer. Por eso cuando se escribe el evangelio y el evangelista tiene que traducir Cefas en vez de decir PETRA ("piedra en español") masculinizó el nombre: PETROS (Piedro).

Otro argumento es que solo Dios es llamado "Roca o "Piedra" y por lo tanto un hombre no lo puede ser. Pero ya hemos visto que nosotros mismos somos llamados piedras en 1 Pedro 2,5, sin contar que Dios también llamó a Abraham, la piedra en Isaías:

“Prestadme oído, seguidores de lo justo, los que buscáis a Yahveh. Reparad en la peña de donde fuisteis tallados, y en la cavidad de pozo de donde fuisteis excavados. Reparad en Abraham vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué.” Isaías 51,1-2

Concluyendo, Jesús no dijo "sobre mí, edificaré mi iglesia", hubiera sido redundante, en caso de querer decir esto diría "sobre mi edificaré la Iglesia". Tampoco dijo "sobre la confesión de Pedro" edificaré mi Iglesia". Tenemos que ser honestos con la Biblia y no añadir palabras. 

¿Por qué Pablo siguió llamando a Pedro CEFAS si no lo era? (Gálatas 2,9 entre otros). Si Mateo quería que entendiéramos que Jesús era la Roca, ¿por qué no lo clarificó? Porque lo claro es que era Pedro.

Este argumento consiste en tres partes principales que discutiremos a continuación. Las primeas dos serán discusiones de los idiomas bíblicos como preámbulo, y luego damos respuesta al argumento citado.

1. El Arameo – el planteamiento del arameo es interesante y no debe ser rechazado porque es perfectamente coherente que Jesús y los discípulos siendo judíos hebreos hablaban arameo. Entonces, si hablaron arameo debió también existir el evangelio de Mateo (quien también era hebreo) en arameo. El NT contiene frases y palabras arameas que discutiremos más adelante en este estudio.

Pero para los protestantes este argumento no es suficiente para utilizarlo como evidencia concluyente. Es aquí donde tenemos que poner los hechos en balanza:

a. No sobreviven copias de algún Mateo arameo, porque el material en dicho idioma bien pudo ser muy escaso. Si este idioma hubiese sido abundante, sería perfectamente coherente pensar que igual sería el número de copias del evangelio en ese idioma. Pero nada de eso se puede probar concluyentemente. Es por eso que creemos que si bien Jesús y sus discípulos hablaron tal dialecto, no obstante, era muy escasamente.

b. La traducción del AT que se utilizaba y de la cual citaban en ese tiempo en la inmensa mayoría de los casos era la Septuaginta, también conocida como la “Traducción de los Setenta o LXX”. Ésta es una traducción del AT hebreo al GRIEGO. Y de la ella sí tenemos copias. La razón principal de la existencia de LXX fue la necesidad de tener el AT a tal idioma debido a que el griego se convirtió en la lengua oficial del imperio y llegó a formar parte muy importante de la idiosincrasia de todos los pueblos a tal grado que los idiomas originales de ellos pasaron a segundo plano.

Esto se evidencia en la carta de Pablo a los Romanos que se escribió, no en el latín de ellos, sino en el griego de todos. También, la carta a los Hebreos fue escrita para judíos de Palestina que como dice su título eran hebreos, sin embargo fue escrita en griego y los pasajes del AT que se citan en dicha epístola son de la Septuaginta casi en su totalidad.

El hecho de la necesidad se acentúa más cuando analizamos los cuidados extremos con los que los judíos copiaban o traducían un texto. Recordemos que en ese tiempo (siglo 3 al 2 a.C.) no existía la imprenta así que todo el AT se tradujo a mano. La leyenda dice que fueron setenta hombres que tradujeron esta masiva colección de libros. Pero aún siendo setenta, traducir solo el libro de los Salmos debió ser una tarea monumental. Imagínese todo el AT. Gran necesidad, diríamos.


c. Una lectura cuidadosa del NT revela que a través de los Evangelios y varias de las epístolas se incluyen frases y transliteraciones arameas  tales como: Elí, Elí, ¿lama sabactani? de Mat. 27:47 y Mar. 15:34, Talita cumi de Mar. 5:41, Efata de Mar. 4:34, Maranatha de 1 Cor. 16:22, Abba de Mar. 14:36, Rom. 3:15, Gál. 4:6 y por supuesto Cefas (Kefas) Jua. 1:42, 1Cor. 1:12, 1Cor. 3:22, 1Cor. 9:5, 1Cor. 15: 5, Gál. 2:9Sin embargo la evidencia del arameo como una lengua muy poco hablada en el tiempo de Jesús resalta, por ejemplo, en lo que la Biblia registra acerca de la inscripción que pusieron en la cruz donde crucificaron a Cristo:

Juan 19:19  Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía: JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS.

19:20  Y muchos de los judíos leyeron este título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad, y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.

Otra evidencia que debilita el argumento del arameo es la llamada “pared intermedia de separación” que Pablo menciona en Efesios 2:14:

Porque él es nuestra paz,  que de ambos  pueblos hizo uno,  derribando la pared intermedia de separación,

Según el historiador judío Josefo en estas paredes habían unas inscripciones de advertencia a los gentiles para que no pasaran so pena de arresto e inclusive muerte. Estas inscripciones estaban escritas, unas en griego y otras en latín (Guerras 5.5.2).

Esta es una clara pista de cuáles eran los idiomas más hablados de entonces. Si el arameo fuese tan común también hubieran incluido la frase de la inscripción en dicho idioma.

Otra evidencia de la escasez del arameo se encuentra en las palabras de Cristo en la cruz:

Mateo 27:46  Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

Vean la reacción de los presentes cuando Cristo dijo estas palabras:

27:47  Algunos de los que estaban allí decían, al oírlo: A Elías llama éste.
27:49  Pero los otros decían: Deja, veamos si viene Elías a librarle.

Sin embargo está claro que Jesús no llamaba a Elías sino que clamaba al padre preguntándole por qué lo había desamparado, lo que claramente nos dice que ninguno de los testigos de la crucifixión ni entendían ni conocían el arameo. No podemos perder de vista que los judíos hebreos creían a una tradición que decía que se podía invocar a Elías en momentos de dificultad. Sin embargo, está claro que Jesús rechazaba las tradiciones y leyendas judías (Marcos 7:8, 9 y 13). Por lo que está claro que ningún judío presente en ese evento no sabía ni entendía el arameo.

Además de las frases y palabras arameas ya mencionadas, en el evangelio de Mateo podemos encontrar otras que son: amén, pascua, corbán, mamón (riquezas), raca (necio), Gólgota, etc.  La pregunta que surge entonces es: si Mateo utiliza tantas palabras arameas, ¿por qué no transliteró las palabras arameas directamente desde el evangelio “original” del cual estaba “traduciendo”? Noten cómo el nombre arameo Cefas encaja perfectamente en la sintaxis tanto en el castellano como en el griego:

…tú eres Cefas, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia…

…σὺ εἶ Κηφᾶσ, καὶ ἐπὶ τoutw τw Κηφᾶ οἰκοδομήσω μου τὴν ἐκκλησίαν…
(también pudo escribir "tw Κηφᾶ toutw ")

Hubiese sido perfectamente coherente por parte de Mateo hacer las transliteraciones también ahí.

Como cuestión de hecho, ninguno de los evangelistas con excepción de Juan (solo una vez en 1:42) translitera el nombre arameo de Pedro, Cefas. Cabe mencionar también que en todo el NT Cefas se utiliza seis veces: una por Juan y las otras cinco por Pablo aunque éste último también utiliza cinco veces el nombre griego Pedro. Sin embargo el nombre Pedro en el NT se utiliza ciento ochenta y siete veces. Noten de nuevo como esto nos da una clara idea de lo dominante que era el griego y lo tenue del arameo en aquel tiempo.

Todo esto nos hace pensar en lo poco probable que hubiese sido, que de todo lo que Jesús pudo haber dicho en arameo, hubiese pronunciado las palabras específicas de Mateo 16:18 en tal dialecto. El griego es mucho más probable aquí. Nadie puede garantizar lo contrario y de hacerlo sería solo en base a una teoría.


Dicho lo anterior, pasemos a discutir el griego.

2. El Griego – Todo el mundo sabe que el idioma en que tenemos el evangelio de Mateo es en griego. El griego era el idioma oficial del imperio y el que la inmensa mayoría de la gente hablaba y escribía en abundancia. El NT se escribió en un tipo de griego llamado “Koiné” o “vulgar”, en otras palabras, “sencillo”. Y como ya se mencionó, la traducción del AT que ellos utilizaban y de la que más citaban era en griego.

En el capítulo dieciséis verso dieciocho se utiliza la palabra griega Petros, Pedro (Tu eres Pedro…). Luego en ese mismo verso se utiliza la palabra Petra, Roca (…y sobre esta Roca…). Los protestantes defendemos la postura de que Petros y Petra son dos palabras completamente diferentes. Discutamos las razones:

a. Petros – El significado del nombre Petros (Piedra) no es problema para los protestantes pues el uso que se le da en todo el NT es únicamente como nombre propio más de ciento ochenta veces. Cristo le asignó este apodo ya que él sería una de las primeras piedras colocadas sobre el fundamento Jesús y por su confesión de que Jesús es el Cristo, Hijo del Dios vivo. Dios le reveló a Pedro la verdadera identidad del Hijo y éste le dice que sobre esa gran verdad se edificaría la iglesia. Y esa Verdad es Jesucristo (Juan 14:6).

Es importante puntualizar que la palabra petros no fue inventada por Cristo para usarlo de sobrenombre para Simón. La palabra griega ya existía y era usada mucho antes de ser empleada como apodo para Pedro. No olvidemos que la traducción del AT que se usaba en el tiempo de Cristo era la Septuaginta, escrita en griego. Esta traducción contiene los libros llamados “deutero canónicos”. En estos libros encontramos el verdadero significado de la palabra petros:


2 Macabeos 1:16  Abrieron la puerta secreta del techo y a pedradas aplastaron al jefe; le descuartizaron, y cortándole la cabeza, la arrojaron a los que estaban fuera.



2 Macabeos 4:41  Al verse atacados por Lisímaco, unos tomaron piedras, otros palos y unos terceros tomaron en sus manos brasas que allí había y todos juntos se lanzaron en medio de la trifulca contra la gente de Lisímaco,




Como pueden observar en el texto de 2 Macabeos 1:16 y 4:41, la palabra que se traduce a piedra es petrous (plural) utilizada para referirse una piedra pequeña que se podía recoger y lanzar.

Interesantemente, existe otra palabra griega también utilizada en los deutero canónicos para referirse a una piedra pequeña que se podía recoger y lanzar:


1 Macabeos 2:35-36  Asaltados al instante, no replicaron ni arrojando piedras ni atrincherando sus cuevas. Dijeron:


En este texto la palabra griega es lithos, también utilizada para una piedra que se podía lanzar. Como todos saben, en el NT lithos se refiere a una piedra más pequeña que petra. Con esto se demuestra que petros se utilizó como sinónimo de lithos y no de petra. Cristo sabía esto muy bien y los primeros cristianos debieron conocer todo esto.



b. Petra – Significa Roca. En el NT se utiliza dieciséis veces. Lo primero que salta a la vista cuando se analiza el uso que se le dio a esta palabra es que en todo el NT no se aplica a otra persona que no sea Jesús (figuradamente, claro está).

Usos literales: Mat. 27:60 y Mar. 15:46 de un sepulcro, Luc. 8:6 y 13 parábola sembrador, Mat. 27:51 las rocas se partieron, Apoc. 6:15-16 “decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros”. Siete veces en total.

Usos comparativos: en estos casos Jesús se compara con una roca. Mat. 7:24-25, Luk. 6:48 (dos veces) casa sobre la roca. Tres veces total. En estos textos, cuando Jesús habla de “sus palabras”, utiliza el griego “logos”. Sabemos por Juan 1:1 que ese logos, o esa la palabra es Jesucristo mismo.

Usos figurados: Mat. 16:18, Rom. 9:33, 1Co. 10:4, 1Pe. 2:8 (dos veces). Cinco veces en total. Nótese que en todos estos casos combinados con los usos comparativos se aplica esta palabra solo a Cristo.

3. Isaías 51:1-2: “Prestadme oído, seguidores de lo justo, los que buscáis a Yahveh. Reparad en la peña de donde fuisteis tallados, y en la cavidad de pozo de donde fuisteis excavados. Reparad en Abraham vuestro padre, y en Sara, que os dio a luz; pues uno solo era cuando le llamé, pero le bendije y le multipliqué.”


Los proponentes católicos arguyen que en ese texto se le está llamando piedra a Abraham, es decir, esta palabra se le aplica también a hombres como, dicen ellos, a Pedro en Mateo 16:18. Este argumento es débil y les mostramos la razón:

¬    [HINT] Isaiah 51:1  שׁמעו אלי רדפי, צדק, מבקשׁי יהוה: הביטו אל צור H6697 [Tsur]  חצבתם, ואל מקבת בור נקרתם׃ 

Como ven, la realidad es que la palabra hebrea que se utiliza aquí (Tsur) como figura no se le aplica a hombre alguno en el AT:

Deu 32:4  El es la Roca [Tsur], cuya obra es perfecta,  Porque todos sus caminos son rectitud;  Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.    

Isa 44:8  No temáis, ni os amedrentéis; ¿no te lo hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? Luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios [Tsur] sino yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno.

Hab 1:12  ¿No eres tú desde el principio, oh Jehová, Dios mío, Santo mío? No moriremos. Oh Jehová, para juicio lo pusiste; y tú, oh Roca [Tsur], lo fundaste para castigar.

Como estos podemos citar más ejemplos pero aquí se establece que a Dios-Roca se le asigna la palabra hebrea Tsur la que nunca se aplica a hombre alguno.

Los apologetas católicos, al encontrarse con esto pasan a citar el pasaje de Isaías 51 en el griego de la Septuaginta:

Isa 51:1  ακουσατε   μου   οι   διωκοντες   το   δικαιον   και   ζητουντες   τον   κυριον   εμβλεψατε   εις   την   στερεαν   πετραν [petran]   ην    ελατομησατε   και   εις   τον   βοθυνον του λακκου ον ωρυξατε

Aquí el griego utiliza petra, la cual dicen ellos, es la palabra que se aplicaría a Pedro en Mateo 16. Sin embargo este argumento es incorrecto. Cuando analizamos el uso de la palabra Petra en la Septuaginta y el NT nos encontramos con el mismo patrón que Tsur: la Petra es Cristo y no un hombre. Veamos aquellos pasajes del AT que profetizan y  prefiguran al Cristo del NT:

Isaías 8:14  Entonces él será por santuario; pero a las dos casas de Israel, por piedra para tropezar, y por tropezadero para caer, y por lazo y por red al morador de Jerusalén.

[HINT] Isaiah 8:14 והיה  למקדשׁ   ולאבן  נגף  [Tsur] ולצור  מכשׁול   לשׁני  בתי  ישׂראל  לפח  ולמוקשׁ    ליושׁב   

Isa 8:14  και   εαν   επ   αυτω   πεποιθως   ης    εσται   σοι   εις   αγιασμα   και  ουχ   ως   λιθου   προσκομματι   συναντησεσθε   αυτω   ουδε   ως   πετρας [petras]   πτωματι   ο   δε   οικος   ιακωβ   εν   παγιδι   και   εν   κοιλασματι   εγκαθημενοι   εν   ιερουσαλημ

Como notan, Tsur-Petra aquí no es otro que el Cristo del NT. Vea Romanos 9:33, 1 Ped. 2:8.
Ahora bien, en la figura de la peña de la cual brota agua (figura del agua que brota del costado de Jesús) vemos lo mismo:

Éxodo 17:6  He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb; y golpearás la peña, y saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel.

[HINT] Exodus 17:6 הנני  עמד  לפניך  שׁם  על  [Tsur] הצור  בחרב  והכית  בצור [Tsur]   , ויצאו    ממנו      מים  ושׁתה . העם  ויעשׂ    כן   משׁה   לעיני    זקני


Éxo 17:6  οδε   εγω   εστηκα   προ   του   σε   εκει   επι   της   πετρας [petras]      εν   χωρηβ   και   παταξεις   την   πετραν [petran]  και   εξελευσεται   εξ   αυτης   υδωρ   και   πιεται   ο   λαος    μου   εποιησεν   δε   μωυσης   ουτως   εναντιον   των   υιων   ισραηλ    

Si desea ver más de estas pruebas puede ver otro artículo relacionado AQUÍ.

Por lo tanto, si Cristo es Tsur-Petra en el AT, entonces Cristo es la Petra del NT. Ocurre lo mismo en ambos testamentos: Petra no se aplica a hombres. Por lo tanto, en Isaías 51:1 Abraham no es la Petra sino Dios. En Isaías 51:2 Abraham es descrito como padre de muchedumbre de gentes. Eso es lo que su nombre significa (Gén. 17:5).

Entonces, como pequeña conclusión podemos decir que ni en el uso que le dan los escritores a las palabras que se han discutido ni en el pensamiento hebreo la palabra roca representaba a un hombre sino solo a Yahvéh y a Cristo. La Biblia no da base para creer que Petra se aplique a ningún hombre ni en Isaías 51:1 ni en Mateo 16:18.

Por lo que, aún si concedemos a los proponentes católicos el argumento del arameo como todo un hecho, esto no probaría en nada que la Petra de Mateo 16:18 sea Pedro. Es por eso que tenemos nuestras reservas ante el planteamiento de que el Mateo griego es una “traducción” del arameo. Lo más probable es que Mateo redactó una versión griega independiente de su evangelio basado en la Septuaginta, que era la traducción que se utilizaba, donde explica que aunque en arameo se utiliza la misma palabra kefa, el griego la aclara utilizando dos palabras que son evidentemente diferentes.

Tomando en consideración el uso de petros (piedra pequeña) y petra (roca grande) ya estudiados tenemos que concluir que es imposible que petros sea sinónimo y masculino de petra. Los que argumentan de otra manera lo hacen partiendo de una premisa errada por demás.

Ahora bien, otro argumento que se esgrime para tratar de darle fuerza a primado de Pedro en base al texto de Mateo 16:18 es:

La palabra griega que se emplea para "esta piedra" el adjetivo demostrativo, caso dativo TAUTEE con el artículo TEE para mostrar la fuerza implicada en la cualidad demostrativa. Del griego esta frase puede ser traducida "ESTA MISMA". Por lo que Mateo 16,18 dice: "Tu eres Pedro y sobre ESTA MISMA PIEDRA edificaré mi iglesia. Con el uso de TAUTEE es claro que Jesús está hablando de la misma piedra que acaba de mencionar.

Existen otros pasajes en el Nuevo Testamento donde la regla gramatical que se menciona aquí aplica perfectamente. Veamos los casos:

Lucas 21:23  Mas  ¡ay de las que estén encintas, y de las que críen en aquellos días! porque habrá gran calamidad en la tierra, e ira sobre este pueblo.

Aquí, la frase “sobre este pueblo” en griego es επι τον θεμελιον τουτον, que traducido literalmente diría “sobre el pueblo este”. De esa manera, el artículo  “este” apunta al “pueblo” que se acaba de mencionar.

Veamos otro ejemplo:

Mateo 21:44  Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.

Otra vez podemos ver que en el griego (επι τον λιθον τουτον), el artículo “touton” apunta al sustantivo que la precede (lithon). Veamos ahora un ejemplo con un sustantivo femenino:

Mateo 23:36  De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

Aquí “sobre esta generación” viene del griego την γενεαν ταυτην, confirmando una vez más la regla que el apologista expone. Sin embargo, en el caso de Mateo 16:18 dicha regla no aplica por varias razones.

Primero, Mateo 16: 18 es una oración compuesta, es decir, que en la misma oración se comunican tres pensamientos lógicamente conectados, o dicho de otra forma, se compone de tres clausulas (aquí solo discutiremos las primeras dos que son las que nos competen en el análisis):

A. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, ( καγω δε σοι λεγω οτι συ ει πετρος)

Y (και) es la conjunción que conecta la clausula A con B.

B. sobre esta roca edificaré mi iglesia (επι ταυτη τη πετρα οικοδομησω μου την εκκλησιαν)

Como pueden observar, el pronombre ταυτη (taute) y el artículo τη (te) están en la segunda clausula, donde también está Petra. Esto hace imposible conectarlos con Petros, que está en la primera clausula.

Lo segundo se deduce por pura lógica. Como vimos en los ejemplos anteriores, cuando el sustantivo es masculino, el pronombre y el articulo tienen que ser masculinos como en Mateo 21:23 donde el masculino lithos lleva el pronombre masculino τουτον (touton) y el articulo τον (ton), también masculino. Cuando el sustantivo es femenino también lo son el pronombre y el articulo como en el caso de Mateo 23:36 donde el femenino γενεαν (generación) lleva el pronombre y el artículo femenino (τη - te y ταυτη  - taute).

De este modo, en Mateo 16:18 Petros (Pedro) es masculino y Petra (Roca) es femenino por lo que lógicamente ταυτη τη, siendo pronombre y articulo  femeninos tienen que corresponder a Petra y no a Petros. Si aplicamos la regla que el argumento católico propone en este versículo entonces también tendríamos que aceptar como correcto decir por ejemplo “esta niño” o “este niña”, lo cual no tiene ninguna lógica, y es un gran disparate.


De manera que, combinando la separación de clausulas y el género en el que se escribió el pronombre y el artículo, además de que Petra no se aplica en la Biblia a NINGÚN hombre, se excluye completamente la posibilidad de aplicar en Mateo 16:18 el que Jesús está hablando de la misma piedra que acaba de mencionar.

C. La construcción de la iglesia.

Muchos cristianos no católicos argumentan en base a los siguientes pasajes 1 Pedro 2,4 que Jesús es la Piedra y por lo tanto Pedro no lo puede ser:

“Pues nadie puede poner otro cimiento que el ya puesto, Jesucristo.” 1 Corintios 3,11
“Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por mediación de Jesucristo.” 1 Pedro 2,4-5

Sin embargo erróneamente están mezclando las metáforas. En la primera carta a los Corintios, Pablo es el constructor y Cristo la base; en Mateo, Jesús es el constructor y Pedro la roca base. Similarmente a pesar de que en el pasaje de corintios Cristo es el cimiento en otra metáfora la Iglesia está cimentada sobre los apóstoles y Cristo es aquí la piedra angular:

“edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, siendo la piedra angular Cristo mismo,” Efesios 2,20

La piedra angular es la última piedra que se coloca en la construcción y es la que mantiene trabada a todas las demás. Por eso, podemos decir que Cristo es la piedra angular, Pedro la piedra “sobre” la que se edifica la Iglesia y nosotros somos piedras vivas que conformamos el resto del edificio espiritual. El error de los no católicos es no entender la función de cada piedra en la composición de este edificio espiritual que es la Iglesia y el no poder diferenciar entre “piedra angular” y “piedra sobre la que se edifica”.


Dividiremos este argumento por partes para facilitar el análisis:

1. La piedra angular – los protestantes estamos de acuerdo con lo que dice el argumento católico acerca de la piedra angular. Ésta es la última piedra que se coloca en la parte superior para fijar o dar soporte a las demás. Esto demuestra que Cristo es la única cabeza de la iglesia (Mat. 21:42, Mar. 12:10, Luc. 20:17, Hch. 4:11, Efe. 2:20, 1Pe. 2:6-7).

2. El fundamento – todos sabemos que el fundamento es la base o el cimiento sobre el cual se levanta un edificio. Esta es la parte donde los protestantes diferimos del argumento católico. Las reglas de hermenéutica y exegesis nunca prohíben mezclar metáforas. Por el contrario, si los pasajes que se analizan hablan del mismo asunto es mandatorio confrontarlos para entonces llegar a una conclusión más correcta. Veamos lo sencillo que es:

a. 1 Cor. 3:11 dice que el UNICO fundamento es Jesucristo. No hay otro. En el verso anterior dice que Pablo puso este fundamento. Por lo tanto podemos comparar este texto con Efesios 2:20 donde se habla del fundamento de los apóstoles. Allí NO dice que el fundamento SON los apóstoles sino que ellos pusieron el fundamento tal como Pablo hizo a los Corintios. Así que poniendo 1Cor. 3:10-11 y Efe. 2:20 en paralelo tenemos que concluir que si Cristo es el UNICO fundamento y nadie puede poner otro, entonces los apóstoles son los que ponen a Cristo como ese fundamento sobre el que se construye la iglesia. El error es descuidar lo que Pablo claramente dice en el pasaje de Corintios: NO HAY OTRO FUNDAMENTO.

Entonces, cuando ponemos 1 Cor. 3:10-11, Efesios 2:20 en paralelo con los pasajes que hablan de Cristo como la Piedra angular tenemos que concluir que Cristo es tanto el fundamento como la piedra angular de la iglesia. Ese pensamiento viene desde el AT. Veamos:

Pedro dice: Por lo cual también contiene la Escritura: He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;  Y el que creyere en él, no será avergonzado. 1 Pedro 2:6. 

En este pasaje el apóstol Pedro está citando a Isaías 28:16:

por tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular, preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.

Isaías profetizó siglos antes de la llegada de Cristo que ÉL sería fundamento (1 Cor. 3:10-11), piedra angular (Efesios 2:20, 1Pe. 2:6-7), y cimiento estable inconmovible (Mat 16:18), características que no se pueden adjudicar a hombre alguno porque pertenecen solo a Jesucristo. Es decir, el mismísimo Pedro, con la cita de Isaías 28:16, está concediéndole a Cristo las cualidades que los apologetas católicos quieren concederle a él. Se equivoca la Biblia o ellos.

D. Las llaves (Mat. 16:19)

Mateo 16:19 “A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»”

Resumiendo la postura católica sobre este verso se dice que solo Pedro recibió las llaves por lo tanto, aunque el poder de atar y desatar fue dado también a los demás discípulos, estas llaves denotan un poder mayor que no es compartido con el resto.

Luego utilizan los siguientes ejemplos del AT para darle más fuerza al argumento de las llaves de Pedro:

Génesis 39:4 “Así halló José gracia en sus ojos, y servíale; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.”

Isaías 22:20-25 “Aquel día llamaré a mi siervo Elyaquim, hijo de Jilquías. Le revestiré de tu túnica, con tu fajín le sujetaré, tu autoridad pondré en su mano, y será él un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; abrirá, y nadie cerrará, cerrará, y nadie abrirá. 

Acerca de este último explican que este pasaje refleja perfectamente lo que significaba tener “las llaves”, que implicaba tener autoridad conferida por el mismo rey “tu autoridad pondré en su mano”, también era un padre espiritual para el pueblo “será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá”, y su autoridad le confería el poder de legislar y tomar decisiones que no podían ser revocadas por persona alguna “abrirá y nadie cerrará, cerrará y nadie abrirá”.

También explican que el mayordomo tenía muchas funciones, su autoridad era reconocida por todos porque representaba al rey, y su autoridad era conferida por él. El mayordomo es a quien se le encargaba abrir y cerrar la puerta del palacio (es decir todas las oficinas de los ministros), manejar todos los asuntos de reino, sellar o no todos los documentos importantes y cuidar el tesoro del rey (Isaías 22:15) El hacía el papel del portero (Marcos 13:32-34). El tenía la autoridad dentro de la casa de ser el administrador y ser el que enseña.

A esto los apologetas católicos concluyen:

Pedro al recibir las llaves del reino de los cielos y el poder de atar y desatar en Mateo 16,19 sabía que se refería a asuntos legales y religiosos del pueblo de Dios. Se trata de doctrina (enseñanzas) y del poder de tomar decisiones, de declarar lo que está permitido y lo que está prohibido. Solo Pedro (y sus sucesores) quedaron al cuidado de las llaves de Jesús, a ellos corresponde la interpretación de la ·Escritura y la última palabra en cuestión de dogmas de fe.

Otros textos que utilizan:

Juan 21:15-17 “Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.» Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.» Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.”

Lucas 2:,31-32 “«¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»”

Por último utilizan los siguientes versículos para demostrar que Dios siempre ha tenido personas escogidas para regir su pueblo y quien a ellos escuchaba, a Dios mismo escuchaba; y el que los rechazaba recibía la ira de Dios.

Éxodo 18:13 “Al día siguiente, se sentó Moisés para juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo ante Moisés desde la mañana hasta la noche.”

Números 26:9 “…Estos Datán y Abirón eran famosos en la comunidad y se rebelaron contra Moisés y Aarón con la cuadrilla de Coré, cuando ésta se rebeló contra Yahveh.”

El resultado fue que se los tragó la tierra con todos los que le siguieron:

Deuteronomio 11:6 “lo que hizo con Datán y Abirón, hijos de Eliab el rubenita, cuando la tierra abrió su boca y los tragó en medio de todo Israel, con sus familias, sus tiendas y todos los que les seguían.”
En resumidas cuentas el argumento católico dice que las llaves conferidas a Pedro denotan poder para gobernar la iglesia y que las decisiones del portador de esas nadie las puede revocar. Por lo tanto a Pedro se le otorgó la prerrogativa de regir los destinos de la iglesia. Y al que escuche al papa escucha al mismo Cristo.

Pasemos entonces a explicar las debilidades de estos argumentos.

1. El uso de la figura de las llaves en la Biblia –  Esta es una de las principales debilidades en el argumento católico. Aplican el significado que se les da a las llaves en un texto a todos los casos donde se mencionan. Se utilizan las llaves que se le entregan a Eliakim en Isaías 20 y les aplican el mismo significado de gobierno en Mateo 16:19. Pero un análisis más cuidadoso de la aplicación de las llaves nos dice que no es el caso.

a. Uso literal – un ejemplo del uso literal que se hace a las llaves lo vemos en Jueces 3:25: 
Y habiendo esperado hasta estar confusos, porque él no abría las puertas de la sala, tomaron la llave y abrieron; y he aquí su señor caído en tierra, muerto.

b. Soberanía – las llaves que caen en esta categoría pertenecen solamente a Cristo:

Apocalipsis 1:18  y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.

Apocalipsis 3:7  Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:

c. Mayordomía y gobierno – los casos del AT que se citan caen en esta categoría. Génesis 39:4 e Isaías 22:20-25 son ejemplos perfectos en los que podemos decir con toda seguridad que significan gobierno y mayordomía pues tanto a José como a Eliakim se les entregó el poder para gobernar a todo un pueblo.

d. Poder para permitir o negar acceso – en esta categoría están Apocalipsis. 9:1 y 20:1.

e. Llaves de la ciencia - Ahí el contexto indica el negarle el verdadero conocimiento a las personas enseñando en su lugar uno falso, cerrándoles así las puertas de los cielos (Mat. 23:13).
Ahora bien, las llaves que se mencionan en Mateo 16:19 son descritas como “las llaves del reino de los cielos”. Los protestantes no tienen problema con el hecho de que las llaves indiquen mayordomía. Éstas pueden incluso significar poder. Y aquí es donde viene la pregunta, ¿Cuál es ese poder que Pedro aplica a través de las llaves?

1. Pedro fue pionero en abrir las puertas del cielo a los gentiles. Véase el capitulo dos de Hechos donde Pedro pronuncia su primer gran discurso. También es Pedro quien le abrió las puertas de los cielos a Cornelio y los de su casa (Hechos 10).

2. Pedro es quien toma la iniciativa de volver a completar el grupo de los 12:

En aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo: Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús, y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio. Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección. Hechos 1,15-17.21-22

No obstante, cuando vemos los versículos que siguen vemos que no fue Pedro quien escogió al sustituto de Judas. Fueron los apóstoles en conjunto:

 Y señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por sobrenombre Justo, y a Matías. Y orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos, muestra cuál de estos dos has escogido,  para que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.  Y les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles. Hechos 1:23-26.

3. Pedro es quien hace la primera curación milagrosa luego de la resurrección:

Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos,” Hechos 3,6-7

4. Pedro es quien recibe la revelación de que los gentiles fueran aceptados como cristianos:
Y les dijo: Vosotros sabéis cuán abominable es para un varón judío juntarse o acercarse a un extranjero; pero a mí me ha mostrado Dios que a ningún hombre llame común o inmundo.” Hechos 10,28

5. Pedro es quien habla delante del Sanedrín cuando intentan parar la predicación:

Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del pueblo, y ancianos de Israel: Puesto que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre enfermo, de qué manera éste haya sido sanado, sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él este hombre está en vuestra presencia sano.” Hechos 4,8-10

Por todo lo anterior no hay razón para menospreciar la función muy importante que ejerció Pedro a través de sus llaves. Pero ninguno de estos pasajes demuestra que Pedro haya ejercido un liderato supremo de gobierno sobre los demás apóstoles ni sobre la iglesia. Los siguientes pasajes demuestran que aunque Pedro tuvo una innegable posición de liderato (pues era parte del grupo de los ancianos), él también estaba subordinado a otros líderes:

Pedro mismo reconoció lo importante que era mantener informado a un líder:

Hechos 12:16  Mas Pedro persistía en llamar; y cuando abrieron y le vieron, se quedaron atónitos.

12:17  Pero él, haciéndoles con la mano señal de que callasen, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.

Además Pedro sabía bien lo que era seguir órdenes:

Hechos 8:14  Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan;

En ningún lugar en el NT usted verá a Pedro enviando ni ordenando hacer algo a nadie como vemos aquí que los apóstoles hicieron con él.

En el concilio de Jerusalén Pedro hace una muy importante aportación (Hechos 15:7-11). En el v. 12 son Bernabé y Pablo quienes toman la Palabra haciendo importantes aportaciones también. Pero quien toma la decisión final no es Pedro sino Jacobo:

Y cuando ellos callaron, Jacobo respondió diciendo: Varones hermanos, oídme. Simón ha contado cómo Dios visitó por primera vez a los gentiles, para tomar de ellos pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: Después de esto volveré  Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído;  Y repararé sus ruinas, Y lo volveré a levantar, Para que el resto de los hombres busque al Señor, Y todos los gentiles, sobre los cuales es invocado mi nombre, Dice el Señor, que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Por lo cual yo juzgo que no se inquiete a los gentiles que se convierten a Dios, sino que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre. Porque Moisés desde tiempos antiguos tiene en cada ciudad quien lo predique en las sinagogas, donde es leído cada día de reposo. Hechos 15:13-21

La Biblia inmediatamente relata que todos los apóstoles estuvieron de acuerdo con la decisión de Jacobo y enviaron personas a informar a todos los cristianos sobre la decisión que se tomó. Como ven no fue Pedro solo quien influyó en la decisión del concilio ni fue quien tomó la decisión final. 

Fueron los apóstoles en conjunto quienes llegaron al acuerdo e implementaron la decisión. Como vieron, aquí Pedro no está ejerciendo la alegada autoridad suprema ni está tomando ninguna determinación que nadie puede revocar.

A menudo los católicos apelan a Gálatas 1 donde Pablo dice:

Después, pasados tres años, subí a Jerusalén para ver a Pedro, y permanecí con él quince días; pero no vi a ningún otro de los apóstoles, sino a Jacobo el hermano del Señor. Gálatas 1:18-19 

Luego explican que:

La palabra visitar, que hemos empleado a falta de otra más exacta, no reproduce adecuadamente la fuerza del verbo original “historésai”, que significa conocer de vista, tener una entrevista, visitar por atención y respeto. Con ello quiere decir San Pablo que deseó conocer personalmente a San Pedro, ofrecerle sus respetos y hablar detenidamente con él. La manera indirecta de mencionar, cómo por vía de preterición, el hecho de haber visto simplemente a Santiago, indica el carácter ocasional de este encuentro y la importancia secundaria que le atribuía San Pablo. Y esto que Santiago el obispo de Jerusalén y el hermano del Señor. 

Es cierto que en el verso dieciocho se utiliza la palabra jistoreo (ἱστορέω G2477) que denota visitar con el fin de hacer conocimiento” (Vine). Strong indica que el vocablo significa  “ser conocedor (educado), i.e. (por impl.) visitar para información (entrevista):-ver”.

Aquí se está formando un argumento para rebajar el encuentro con Santiago (Jacobo) como una “simple vista” secundaria inferior a la visita a Pedro. Pero cuando hacemos la misma exegesis del verso dieciocho en el verso diecinueve vemos el tipo de “vista” que Pablo hizo a Jacobo realmente.

En el verso diecinueve se utiliza la palabra eidon (εἰδόν G1492), la cual está (relacionado con oida, conocer), saber:-percibir, reconocer, saber, ver, comprender, conocer, conocido, entender, ignorar, informar, mirar.

Esta palabra se utiliza cuando un gobernante ha sido informado sobre algún asunto:

Hch 24:22  Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado (eidon) de este Camino, les aplazó, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias, acabaré de conocer de vuestro asunto.

Podemos ver entonces que tanto jistoreo como eidon significan conocer. El primero, con carácter de entrevista. El segundo con carácter de informar. Es decir que mientras Pablo fue a conocer a Pedro para entrevista, luego fue a Jacobo para informar las novedades. En el relato de Gálatas no se ve a un Pedro ordenando ni decretando nada sino entrevistándose con Pablo. Y esta consulta no demuestra que Pedro haya sido jefe ni nada parecido.

Esto encaja perfectamente con otro pasaje del libro de Hechos donde se relata que Pablo le rindió cuentas de todo a Jacobo:

Hechos 21:17  Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
 21:18  Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos; (el texto griego literalmente dice que fueron primera y directamente hacia Jacobo)
 21:19  a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.
 21:20  Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos por la ley.
 21:21  Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.
 21:22  ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido.
 21:23  Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
 21:24  Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.
 21:25  Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros les hemos escrito determinando que no guarden nada de esto; solamente que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación.
 21:26  Entonces Pablo tomó consigo a aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, cuando había de presentarse la ofrenda por cada uno de ellos.

¿Por qué en vez de ir directamente a Pedro, Pablo fue primero donde Jacobo?

Este pasaje es prueba de que cuando se tomaba una decisión irrevocable o se enviaba a alguien a una misión lo hacían los apóstoles en conjunto con Jacobo como líder. A Pedro se le encomendó velar por la vida espiritual de la iglesia al pastorearla y apacentarla. Ese es el mandato que Jesús le da en Juan 21:15-19. Y como se ha demostrado, esto no significaría que Pedro sería gobernador “supremo” de la iglesia. Esto significa que él sería líder espiritual de la iglesia como sugieren las llaves que se le entregaron en Mateo 16:19.

Cuando se mencionan las personas que están a cargo de la iglesia la Biblia siempre menciona a los apóstoles en conjunto:

1Corintios 12:27-28 Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular. Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.

Aquí se ve claramente que el primer ministerio no es de un solo hombre sino de los apóstoles en conjunto.

Es por esto que las llaves que se le entregan a Elyakim (Isaías 20) no son las mismas que se le entregaron a Pedro. Las del primero indican una clara mayordomía de gobierno. Las del segundo indican mayordomía espiritual que nada tiene que ver con gobierno ni con la toma de decisiones que ninguna otra persona podía revocar. La evidencia que nos da el NT nos indica que esto último era prerrogativa de otras personas.

La verdad del asunto es que en el NT no existe evidencia de que el ministerio de Pedro era de naturaleza superior al de los demás apóstoles. Sin embargo el catolicismo cita otros textos que intentan situar a Pedro en esta posición superior:

Pedro encabeza todas las listas de los apóstoles

“Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón, llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo y Tadeo; Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.” Mateo 10,2-4

“Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro; a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno; a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.” Marcos 3,16-19

“Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.” Lucas 6,13-16

“Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago” Hechos 1,13

En todas las anteriores listas Pedro siempre es el primero y Judas el último, no puede ser casualidad. Por otro lado es importante notar que en Mateo 10,2 se dice "primero Simón", no porque se le mencione primero ya que sería redundante al encabezar la lista, sino porque estaba primero que los demás apóstoles. Lo mismo puede verse en otros pasajes donde Pedro va siempre delante de los apóstoles:

“Pero id a decir a sus discípulos y a Pedro que irá delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, como os dijo.»” Marcos 16,7

El hecho de Pedro aparecer primero en las listas de los evangelistas siendo Judas el último lo que nos indica es el grado de respeto del que estos gozaban.  A continuación, Mc Carthy puntualiza la posición de Pedro:

“No se disputa si Pedro desempeñó o no un papel importante durante el ministerio terrenal de Jesús y de la iglesia primitiva. Como apóstol tenía autoridad. Como hombre de Dios, era respetado. Era franco, de firmes convicciones y valiente. En muchas maneras fue la figura dominante entre los apóstoles. Sin embargo, no hay evidencia de que Pedro gobernara a los apóstoles ni de que ejerciera autoridad suprema sobre la iglesia primitiva.”

Además de esto añade:

“El papel importante y a menudo dominante de Pedro entre los apóstoles puede ser la explicación de que su nombre se mencione primero en las listas. No obstante dicho orden no puede indicar nada más que Pedro era el más anciano. Los judíos eran escrupulosos en cuanto a honrar a los más ancianos en dichas listas.” (Mc Carthy J,G, El evangelio Según Roma, p. 202).

Podemos añadir a esto que cuando a Pedro se le mencione primero y a Judas último en las listas se está haciendo un contraste entre el que cayó y se levantó versus el que cayó y quedó en deshonra. Al Pedro vencer, Cristo le restituye pero al Judas caer recibe la peor consecuencia. Honra en contraste con deshonra.

La razón del razonamiento protestante es que más allá de esto, aparecer primero en ciertas listas no demuestra forma alguna de un liderato supremo ni de gobierno sobre los apóstoles y la iglesia. 

Enumeremos las razones:

1. Ningún católico discutiría el hecho de que aparecer primero en algunas listas no pesa más que las obras que se realizan para adelantar la causa de Cristo. El apóstol Pablo dice:

Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo.   Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.  1Co 15:10-11 

Leyendo en contexto del pasaje aquí citado Pablo simplemente dice que ha obrado más que todos los apóstoles juntos incluido Pedro. Claro, Pablo lo dice dentro del contexto de humildad. Por lo tanto aparecer primero en esto o en aquello no tiene más significado que el trabajo que se realiza en el Señor. Santiago lo afirma:

Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Santiago 2:18 

No queremos con esto decir nada acerca de la fe pero lo que dice aquí acerca de las obras es muy significativo.

2. Analizando el pensamiento paulino nos damos cuenta que para el último de los apóstoles Pedro no era su superior ni de nadie.

En ninguna de las ocasiones donde Pablo menciona líderes en la iglesia ubica a Pedro primero.

Quiero decir,  que cada uno de vosotros dice: Yo soy de Pablo;  y yo de Apolos;  y yo de Cefas;  y yo de Cristo. 1Co. 1:12 

sea Pablo,  sea Apolos,  sea Cefas,  sea el mundo,  sea la vida,  sea la muerte,  sea lo presente,  sea lo por venir,  todo es vuestro, 1Co. 3:22 

En estos textos podemos ver que Pablo simplemente no da importancia al rango que tenían aquellos a quienes se menciona. Ahora bien, el relato de Gálatas es muy significativo:

y reconociendo la gracia que me había sido dada,  Jacobo,  Cefas y Juan,  que eran considerados como columnas,  nos dieron a mí y a Bernabé la diestra en señal de compañerismo,  para que nosotros fuésemos a los gentiles,  y ellos a la circuncisión. Gál. 2:9 

Aquí Pablo sí está poniendo énfasis en la prominencia de los lideres que él menciona y como pueden observar Cefas sigue a Jacobo, a quien se le rendía cuentas de todo lo que acontecía en los haberes de la iglesia. Nótese también que Pablo describe a estos líderes como “columnas”, es decir que para el apóstol estos tres tenían el mismo nivel de liderato.

Otro calificativo que Pablo usa con ellos es “los de reputación”:

Pero de los que tenían reputación de ser algo  (lo que hayan sido en otro tiempo nada me importa;  Dios no hace acepción de personas),  a mí,  pues,  los de reputación nada nuevo me comunicaron. Gál 2:6.

Si para Pablo Pedro hubiera tenido un puesto superior lo habría mencionado primero en el orden y le habría calificado mas solemnemente. Pero vemos que para el apóstol todos estaban en el mismo nivel. 

Además, cuando Pablo se refería a Pedro nunca lo hacía como su superior sino que ponía sus ministerios en paralelo:

Antes por el contrario,  como vieron que me había sido encomendado el evangelio de la incircuncisión,  como a Pedro el de la circuncisión (pues el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión,  actuó también en mí para con los gentiles), Gal. 2:7-8.

Conclusión:

Como han podido notar, un estudio verdaderamente profundo del primado petrino demuestra que las conclusiones a las que han llegado los apologetas católicos han sido en base a una exegesis incompleta y mal enfocada en muchas ocasiones. Aquí se ha demostrado con la Sola Scriptura que el argumento católico no resiste un examen apropiado y que la Biblia es la que juzga al creyente y a la historia y no al revés.

La ICAR dice que Pedro es su fundamento. La Biblia dice que Cristo es la Roca y su UNICO FUNDAMENTO. A Dios sea la Gloria por los siglos.

Para ver más razones bíblicas que complementan este estudio y responden los argumentos católicos vea estos artículos:





































CRÉDITOS

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